Además de las cuentas pendientes, que las hay y muchas entre Atlético y Real Madrid, el derbi de esta tarden el Calderón regala un billete para Cardiff, final que ofrece el próximo 3 de junio la cima de Europa. La acaricia el Madrid por muchas cosas más que ese contundente 3-0 de la ida. A saber: atraviesa quizá su mejor momento del curso, tiene a Cristiano Ronaldo en racha y Europa es su territorio. Pero si hay algún equipo que se le acerque en corazón y en fe es el Atlético, guerrero e indesmayable como su entrenador. Los rojiblancos jugarán sus bazas y la primera de ellas es el Calderón, que rugirá como nunca en la última noche europea de su historia.

El Atlético, que sacará a su once tipo con la vuelta de Juanfran al lateral derecho, ha llevado el partido al terreno emocional, especialidad también de la casa, consciente como es de que los números le dan la espalda: nunca el Madrid ha dejado escapar una eliminatoria con un 3-0 a favor, le dan la espalda. Pero contra la adversa y fría estadística, el latido del corazón, que todo lo calienta: "Humildad. Esfuerzo. Equipo. Rebeldía", escribieron los rojiblancos en su cuenta de Twitter, bajo la etiqueta de "#nolopuedenentender". Quiere el Atlético una presión extrema de su hinchada, mosca con la pancarta de la ida en el Bernabéu -decidme qué se siente- referentes a las derrotas de Lisboa y Milan. Se le supone a los rojiblancos una presión asfixiante arriba desde el minuto uno y un plan que pasa por marcar rápido y extremar el cuidado para no recibir.

Sucede que el equipo blanco ha marcado al menos un tanto en sus últimos 60 partidos. Y un gol del Madrid, equipo temible a contra, obligaría al Atlético a meter cinco. En el primer goleador, por tanto, hay una clave y el Madrid está a dos goles de sumar 500 en el máximo torneo continental.

La última vez que visitó el Calderón, el pasado mes de noviembre en Liga, los blancos ganaron 0-3 y de los 65 derbis que se han jugado hasta hoy a la vera del Manzanares al Atlético sólo le bastaría el resultado de tres: 4-0 (febrero de 2015), 4-0 (enero 1977) y 3-0 (marzo de 1970.

Llega Zidane con su equipo en forma, con los titulares descansados y Ronaldo enrachado. Por primera vez en la temporada, el Madrid ha conseguido encadenar dos partidos sin recibir goles. La duda está el sustituto del lesionado Carvajal. Las quinielas apuntan al multiusos Nacho, con Varane al lado de Ramos. Isco, se entiende, volverá a ser titular en busca de un billete que le daría la posibilidad de luchar por su segunda Liga de Campeones consecutiva (algo inédito) y su primer doblete desde 1958. Uno y otro tienen motivos para ganar hoy, pero sólo puede quedar uno. No va más en el Calderón.