Desde el primer momento, la carrera de Marcelino García como entrenador apuntó alto. Se estrenó en la temporada 1997-98 en el banquillo del Lealtad, al que condujo al primer ascenso de su historia a Segunda B, en la que formó tándem con Pocholo al no tener el título nacional.

Eloy Olaya, entonces director deportivo del Sporting, lo incorporó a Mareo y en 2001 le puso al frente del filial, en Segunda B. La segunda temporada acabó con descenso a Tercera, un borrón que Eloy justificó así: "Había mucha gente joven". Así que, entre el escepticismo generalizado, Marcelino dio el salto al primer equipo. Los resultados dieron la razón a Eloy, ya que el Sporting, cinco años después del último descenso, estuvo a punto de volver a Primera División.

Su segunda temporada fue más discreta, pero Marcelino ya estaba en el mercado. Su primer destino fuera de Asturias fue Huelva y, tras ascender al Recreativo, lo llevó a la mejor clasificación de su historia, octavo. A partir de ahí, Marce siempre ha sido un entrenador cotizado, incluso en el extranjero.