Marcelino García y el Valencia estaban condenados a encontrarse y ayer se hizo oficial esa unión. Después de los bandazos de los últimos años, el club necesitaba un entrenador de prestigio. Y Marcelino, obligado por la reglamentación a tomarse un año sabático tras su destitución veraniega en el Villarreal, buscaba un reto a la altura de su brillante carrera en los banquillos. Algunos, incluso en su entorno, le advertían de los peligros que podía encontrarse en una entidad tan inestable, pero Marce está convencido de que puede devolver al equipo a los puestos de privilegio.

Sobre las 14.30 horas de ayer, el Valencia hacía oficial en su página web lo que ya estaba claro desde que, un día antes, Marcelino García había dado el sí a las condiciones ofrecidas por los responsables del club. En el comunicado, el Valencia advertía que Marcelino firmará "por un periodo mínimo de dos temporadas. La presentación oficial se efectuará tras la disputa del último partido de la presente Liga y hasta esa fecha las partes no realizarán declaraciones públicas".

Después del decepcionante paso por Mestalla en los dos últimos años de entrenadores como Nuno Espirito Santo, Gary Neville, Pako Ayestarán y Cesare Prandelli, la llegada de Marcelino García tiene el beneplácito general. Además de su currículo, el entrenador asturiano tiene la reputación de un buen gestor de grupos. Le ayudará inicialmente el respaldo de figuras respetadas por el valencianismo, como Fernando Gómez, ex jugador del Valencia y compañero de Marcelino en las selecciones inferiores.

"Ya con 18 años era una persona pulcra y cuidadosa, y excelente profesional muy atento a controlar los tiempos de descanso y la buena alimentación", declaró Fernando al diario Levante-EMV, del mismo grupo editorial que LA NUEVA ESPAÑA. Fernando, que también cubrió una etapa como director deportivo del Valencia, considera que Marcelino es el hombre adecuado en este momento para el banquillo de Mestalla: "Es lógico que, como entrenador, Marcelino haya perfeccionado con los años esas actitudes".

Las referencias al carácter y la severidad deMarcelino García son continuas estos días en los medios de comunicación valencianos. Desde Gijón, su exompañero y amigo Eloy Olaya refuerza esta impresión: "Quien no corra y luche con Marce lo tiene crudo, por mucha calidad que tenga". A Eloy, que dio un impulso decisivo a la carrera de Marcelino García en 2003 cuando le puso al frente del primer equipo del Sporting, no le importa dar nombres: "Les va a exigir muchísimos conceptos y no les va a dejar pasar ni una, llámense Parejo o Enzo Pérez".

Marcelino García tendrá difícil en este primer año formar una plantilla a su gusto porque jugadores que apenas cuentan tienen contrato en vigor y fichas muy elevadas. En principio sólo se irán los cedidos (Mangalá, Mario Suárez, Siqueira y Munir), mientras que vuelven otros, como Negreso, Rubén Vezo o el oviedista Nando. Los que estén a partir del primer día de pretemporada ya saben a qué atenerse: trabajo en los enrenamientos y cuidado con la alimentación. En caso contrario, la báscula puedesacar la cara menos amable de Marcelino.