El Oviedo Baloncesto se coloca a una sola victoria de pasar a las semifinales del play-off de ascenso a la ACB tras jugar quizá su mejor partido de la temporada. El equipo carbayón literalmente sacó al Ourense de la pista con una exhibición defensiva antológica. Los de Carles Marco fueron un equipo con mayúsculas, muy por encima de individualidades, defendiendo como un solo hombre, dejando a su rival en una anotación ridícula. Antes del inicio del último cuarto la ventaja del Oviedo era de 31 puntos y el Ourense llevaba 30 anotados.

Los asturianos salieron a la cancha con la obsesión de dar un golpe que puede ser casi definitivo en esta eliminatoria. Un grupo de jugadores concentrados en llevar al parqué todo el trabajo que previamente habían realizado en los entrenamientos. Poco importaba que uno de sus mejores jugadores, Miquel Salvó, se quedara sin jugar por una lesión.

Los de Carles Marco defendieron como pocas veces, atentos a las ayudas para evitar que los interiores del Ourense anotaran con facilidad, pendientes de Christian Díaz, al que Dani Pérez desesperó con una persecución casi de película.

No se vinieron abajo porque el aro en estos dos primeros parciales se empeñara en rechazar tiros que parecían dentro (4 de 16 en triples en la primera parte). Un error en ataque era seguido de una buena defensa. Una y otra vez. Sin descanso. Sabedores todos de que en el banquillo había compañeros para sustituir con garantías al que estuviera cansado.

El ambiente en el Pazo orensano era de excepción, pero los aficionados poco podían hacer ante la fe de un equipo asturiano que quería dejar bien claro que el tropiezo del primer partido fue eso, un tropiezo, y que la verdadera imagen del campeón de la Copa Princesa era la que desplegaron en el segundo encuentro. Fue una primera parte sin grandes protagonistas en el apartado individual. Todos aportaron para llevar al Unión Financiera a una ventaja que llegó a ser de dieciocho puntos (10-28) a 7.55 del final del primer tiempo. Pero Ourense consiguió minimizar daños e irse al vestuario sólo doce abajo (21-33).

Al Unión Financiera le faltaba un poco de acierto anotador para romper el partido. El que tuvo en el tercer cuarto. Cuatro triples de Manu Rodríguez y uno de Jesperson despegaron definitivamente a los ovetenses (26-50) a 5.26 de terminar el tercer cuarto. El partido agonizaba, el Ourense poco más podía hacer ante el vendaval que le había pasado por encima. Siguió aumentando la renta, que en este periodo llegó a ser de 33 puntos (28-61). La afición gallega no se podía creer lo que estaba viendo sobre la pista y empezó a cobrar protagonismo el grupo de aficionados asturianos, con tambor incluido.

El Oviedo dio una lección ayer en Orense, puede que una de las más increíbles vistas en un play-off de ascenso a la ACB. El Unión Financiera tratará de dar la estocada final mañana. Defendiendo así nadie los parará.