Álvaro López, director ejecutivo de la empresa mexicana IQ Finanzas, que gestiona el Real Avilés a través de una filial, ofreció una rueda de prensa esta mañana con la idea de "lanzar un mensaje de tranquilidad a los aficionados", en torno a la situación extradeportiva que vive el club blanquiazul, pero también para poner sobre la mesa su posición. El empresario se refirió a la demanda del exadministrador Cañedo y la posibilidad de que el propietario del club interponga otra para romper el acuerdo con la empresa mexicana, afirmó que está en manos de sus abogados. "Aquí hay mucha gente que quiere hacer daño al club. No entiendo lo de esa posible demanda, porque yo ya he gastado más de 300.000 euros en darle estabilidad al club y me demandan a mí. No entiendo, estamos todos locos", explicó López, que añadió: "No me voy a prestar más a este show".

"Normalmente los procesos de cambio son procesos dolorosos. Es un proceso en el que mueren cosas y nacen otras y en ese cambio aparecen problemas y creo que estamos en él, pero también que lo peor ha pasado", afirmó el gestor. Insiste en que el club necesita una reestructuración que no será fácil: "Cuando hay que reestructurar, hay gente que no quiere, los directivos renuncian, otros se quieren sumar. Quizás el Avilés llegue a la estabilidad en tres años o así, nunca ahora".

Esa reestructuración requiere un acercamiento entre la gestión y la propiedad del club, algo que por el momento es difícil. "Siento que la solución cooperativa no es la correcta en este caso", sentencia, para añadir que por el momento, por su parte, no habrá demanda por su parte, pero tampoco la descarta. De todas formas, quiere que ahora se hable del play-off. "No me gustan estas conversaciones de los pro Tejero, los contra Tejero, los pro IQ. No estoy para chismes, solo para trabajar", señaló el director ejecutivo de IQ Finanzas.