Lo que hace tres años era algo prácticamente imposible hoy está mucho más cerca. Unión Financiera y Palencia vuelven a encontrarse en unas semifinales por el ascenso a la ACB. El primer asalto se disputa hoy, a las 21 horas, en Oviedo.

En aquella ocasión un debutante en la categoría hizo sudar la gota gorda a una plantilla teóricamente muy superior. Pero lo que empieza esta noche es algo muy diferente. La primera y gran diferencia es Pumarín. Al equipo ovetense le basta con ganar los partidos que dispute en su campo para seguir adelante (para pasar hay que ganar tres). Y bien saben los castellanos lo que se sufre en esta pista. Hace tres años llegaron con 2-0 y la intención de finiquitar por la vía rápida la eliminatoria. Casi lo habían conseguido, pero en Pumarín nadie se rinde nunca y un 17-0 en los últimos cuatro minutos de partido obligó a Urko Otegui, siempre Urko, y compañía a quedarse todo el fin de semana en Asturias. Aquel día Pumarín se empezó a hacer famoso fuera de la región.

Lo que allí se vivió lo pueden contar todavía el capitán Víctor Pérez y el entrenador ayudante Agustín Munárriz, los dos que sobreviven en la plantilla desde entonces. Por las gradas se espera la presencia también de otro de los protagonistas de aquella maravillosa noche, Álvaro Muñoz. Sus triples hicieron soñar al público presente con una final que por aquel entonces era todavía una quimera.

Hoy ya no lo es. Lo demostró el equipo de Carles Marco en los cuartos de final en los que se impuso 3-1 al Ourense. Una eliminatoria en la que lograron sobreponerse a un tropiezo para zanjar la contienda con tres exhibiciones defensivas. La segunda de ellas, en el primer partido en Orense, dejando a los gallegos en tan sólo 39 puntos, la puntuación más baja en la historia de un play-off de ascenso a la ACB.

El Palencia será un rival duro, un equipo veterano, en el que se unen talento y experiencia. Hablar de favoritos en este choque no sería justo para ninguno. A priori, los castellanos son un equipo más potente en relación a su presupuesto y trayectoria en la categoría, pero los ovetenses se han ganado el respeto a lo largo de la temporada, llevándose la Copa Princesa y acabando un puesto, cuarto, por delante del que será hoy su rival.

También lo ve igualado el técnico del Unión Financiera: "Habrá una gran igualdad. No podemos jugar como lo hacen ellos porque tienen más talento, saben qué hacer en cada momento y nosotros somos más novatos, pero vamos a jugar tratando de implantar nuestro estilo", afirmaba Carles Marco. Lo que puede marcar la diferencia al menos en los dos primeros partidos, que se jugarán en Oviedo, es el "efecto Pumarín", ese microclima que se crea en un pabellón pequeño pero muy ruidoso. Un lugar donde los sueños algunas veces se hacen realidad. Y el del Oviedo Baloncesto esta temporada pasa por llegar a lo más alto.