La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Rendidos a Zidane

El galo, que saltó del Castilla al primer equipo, suma 4 títulos en menos de año y medio, con sólo 7 derrotas en 86 duelos

Rendidos a Zidane

De Zidane hay un detalle curioso que llama la atención desde que se sienta en al banquillo del Madrid: nunca pierde la sonrisa. Como si le hiciera cosquillas la misma presión que consumió a tantos otros, el técnico galo ha ido caminando de la mano de su equipo sin hacer ningún ruido más allá del deportivo. No hay con él fuegos que apagar en un club que, por su dimensión, no hace mucho acostumbraba a ser un incendio constante. Él, a lo suyo, tomaba sus decisiones en el campo al mismo tiempo que ponía buena cara en la sala de prensa. ahora insisto con Bale y le hago un guiño al palco y ahora saco a Isco y le hago un guiño al vestuario; ahora sonrío. Ahora saco un once y ahora saco otro con nueve cambios; ahora sonrío. Ahora siento a Cristiano, ahora sonrío. Y así.

Su aparente tranquilidad, su buen hacer y, sobre todo, su saber estar en un escaparate repleto de dinamita, le convierten aquí y ahora, a ojos del madridismo (la última palabra la tendrá él), en un entrenador de medio largo plazo, algo así como la versión blanca del Guardiola del Barcelona.

De momento, va camino de ello. Su zurrón no engaña: en 17 meses en la caseta blanca, menos de año y medio, ha conseguido meter en él cuatro títulos: una Liga de Campeones, una Supercopa de España, un Mundial de clubes y la reciente Liga. Y a la vuelta de la esquina en Cardiff tiene la oportunidad de volver a entrar en la Historia que tan bien conoce. No ya por ganar la Champions a la Juve sin más, no ya por convertir al Madrid en el primer equipo en revalidarla con el actual formato sino por desempolvar en Chamartín el doblete Liga-Champions que se resiste desde hace 57 años.

Compartir el artículo

stats