"Me voy destrozado y lamentablemente con esto cierro mi etapa deportiva en la tierra que más quiero y en el equipo que más he querido, y me voy a ir al otro mundo con la deuda que tiene conmigo el fútbol porque ya no le voy a pedir la revancha como se la pedí". Son las emocionadas palabras del técnico cordobés Paco Parreño, que anunció su retirada del fútbol. "Fue mi último partido, quedaba supeditado todo a la categoría donde estuviera el equipo y ese dolor se viene conmigo".

Parreño habló de un "dolor grandísimo" por la afición, por el club, y por los jugadores. "Lo siento mucho, he estado con unos chicos extraordinarios que han sufrido muchísimo este año y que han dado la cara hasta el último momento. Me voy con eso que ha sido lo mejor porque ha sido un encanto el día a día con ellos".

El técnico llegó "con toda la ilusión" tras el cese de Pablo Lago a falta de tres jornadas para concluir la Liga aunque sabía que la situación era difícil. "Pensé que con ese poco tiempo iba a ser suficiente, pero no ha sido así y obviamente en algo me he equivocado y lo asumo".

Del partido comentó poco. "Hemos tenido ocasiones y nos merecíamos irnos a la prórroga, pero yo creo el problema fue que no supimos administrar la eliminatoria. Ellos se fueron arriba con la remontada de la ida y se convencieron de que podían eliminarlos". Y añadió: "Lo malo es que esto ya no tiene solución posible, es un palo muy fuerte que hay que afrontar con dignidad y asimilar de la mejor manera posible para empezar otro nuevo ciclo y mirar al futuro con otras perspectivas, aunque este club está cogido con pinzas y aparte del dolor que tenemos todos por la eliminación es la repercusión que tiene", concluyó.