La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

JUAN CASTRO TOLEDO | Montador y coleccionista de devones

"Gracias a los que me regalaron, tengo miles de devones en mi colección"

"Hace años, si veíamos muchos salmones en un pozo en el Narcea, algo habitual, marchábamos a comer y allí quedaban; hoy es impensable"

Detalle de su colección, compuesta por varios miles de unidades. MIGUEL AGUILAR

El personaje de hoy, ribereño del río Narcea, se aficionó a la pesca en su infancia, coincidiendo con el inicio de la mejor época del río, allá por los años sesenta del pasado siglo. En aquellas gloriosas y productivas temporadas, la técnica del devón, hoy día en desuso, estaba a la orden del día entre los pescadores. Las condiciones del río eran excelentes para utilizar este arte, y la abundancia de salmones hacía el resto. Fue así como nuestro protagonista, Juan Castro Toledo, se inició en la pesca con devón.

Esa afición fue en aumento y, gracias a la generosidad de viejos pescadores conocidos, fue haciendo acopio de una cuantiosa colección de estos señuelos, al tiempo que despertó en él un irrefrenable interés por saber cómo se hacían. Des sus manos han salido cientos de devones y, actualmente, atesora con mimo una colección compuesta por miles de unidades que ha ido acumulando con el paso de los años. Una colección llena de historias y anécdotas que guarda tras de sí cientos de batallas entre pescadores y salmones.

-¿Cómo empezó a hacer devones?

-Siempre me gustó mucho el devón, ya desde crío cuando empecé a pescar. Pero, entonces, no era fácil disponer de este tipo de señuelos salvo que tuvieras dinero. Tuve la suerte de que dos conocidos de Piedras Blancas, Próspero y Antón, trabajaban en una fundición y me daban alguno de vez en cuando, y así fue como surgió mi interés por saber cómo se hacían. Otro pescador, Goro, poco antes de morir me pasó todo el equipo necesario para hacerlos, y ahí comencé con esta afición.

-¿Cuál es el proceso de elaboración de un devón?

-Primero se hace el cuerpo de plomo, o del material que sea, con un molde, luego las aletas, cabeza, se sanea para corregir las posibles imperfecciones y, finalmente, se pinta del color deseado. También hay que hacer la piña, que es el alambre donde van enganchados los anzuelos triples. Lógicamente, hay varios moldes en función del tamaño y del peso que se quiera dar a cada devón.

-¿Qué material es el más adecuado?

-Hay varios que se pueden utilizar, cobre, distintas aleaciones, pero para mi el mejor es el plomo.

-¿Cómo decidió coleccionarlos?

-Era tanto lo que me gustaba pescar a devón, que enseguida me hice conocido entre los ribereños y amigos por ello, y así fue como muchos de ellos empezaron a regalarme alguno de vez en cuando. Yo no los utilizaba, prefería guardarlos como recuerdo y así nació la colección. Otros muchos son fabricados por mi a lo largo de los años.

-¿Cuántos puede tener en su colección?

-No sabría decir la cifra exacta, pero varios cientos. Si cuento los repetidos, seguro que miles, pero una de las cosas que más me gusta de esta recopilación es que tengo muchos modelos diferentes. Algunos son traídos del extranjero, que me regalan pescadores cuando vienen de sus viajes. Los hay exclusivos de la famosa casa Hardy, hasta con 70 años de antigüedad.

-¿Muchas historias detrás de todos esos devones?

-Si, claro. A saber los cientos de salmones que se han capturado con ellos. Hay que tener en cuenta que muchos fueron utilizados en la mejor época para la pesca del salmón, en los años gloriosos de los ríos de Asturias.

-¿El Narcea fue un buen río para devón en aquella época?

-Si, sin duda. En aquellos años había muchos pozos grandes, profundos y con tiro de agua que, desde mi punto de vista, son las mejores condiciones para el devón. Si a ello añadimos que había muchos peces y pocos pescadores, el resultado era que se conseguían salmones con el devón. Hace 40 años los cotos de turismo, desde Puente Láneo hasta La Tea, solo se podían pescar a mosca, cucharilla y devón, el cebo estaba prohibido. El devón era muy efectivo.

-¿Conoció entonces buenas épocas en el Narcea?

-Si, impresionantes, daba gusto como estaba el río entonces. Había muchos peces, como sería que, si veíamos muchos salmones en un pozo, algo habitual, a mediodía marchábamos a comer y allí quedaban. Hoy día eso es impensable, si hay peces en un pozo nadie marcha a comer.

-¿Había mucha tradición de pescar a devón?

-En Asturias si. Muchos pescadores utilizaban el devón a diario, había artesanos en todos los ríos que los hacían. Los ríos tenían mucha más agua que ahora, algo muy importante para poder utilizarlo con garantías y por eso era efectivo. Prueba de ello es que los devones de antes pesaban mucho. Los ríos tenían más caudal y había que hacerlos pesados para llegar al fondo. Es una pena que estas tradiciones se pierdan. Hoy día es muy distinto, ya no hay agua, salvo cuando sueltan en el Narcea, y con el río bajo se ejerce mucha presión sobre los peces,con los vadeadores y las cañas de 11 metros, los salmones apenas tienen descanso.

-¿Se utiliza la misma caña de cucharilla?

-Si, se puede utilizar, pero a mi me gusta que sea un poco más fuerte, ya que el devón pesa más que una cucharilla. Y la técnica que se emplea también es diferente, se trata de que, una vez haya llegado al fondo, ir levantándolo, no es tirar y recoger sin más, hay que tratar de excitar al pez, que trabaje de forma natural.

-¿Actualmente puede seguir siendo efectivo?

-Si, pero bajando el peso. Hace cuatro años cogí el segundo salmón del río Narcea con un peso de 10,5 kilos, y al día siguiente vi varios aficionados tirando el devón. Pero ya casi no se utiliza, la gente va a lo más efectivo, el cebo natural. Además, las lombrices se crían en el huerto y no hay que estar haciéndolas como los devones. Para pescar hay que intentar poner algo que no hayan utilizado los demás, algo diferente que no hayan visto cientos de veces los salmones. Yo sigo utilizándolo aunque no haya agua, pesco igual en playadas, es cuestión de saber adaptarse.

-¿A qué puede ser debido la situación actual del Narcea?

-Influyen muchos aspectos, pero las térmicas, la contaminación, la pesca en alta mar, los cormoranes, etc. Además, el desove ya no es lo mismo que antaño, ahora apenas se ven peces desovar en diciembre, y si no desovan, pocos pueden regresar.

-¿Vende los devones?

-Si, en alguna tienda de Avilés están disponibles, y también tengo encargos de particulares. Se que no son baratos, cuestan al rededor de veinte euros, pero hay que darse cuenta que tienen mucho trabajo artesanal detrás, y no todo el mundo sabe valorar este aspecto.

Compartir el artículo

stats