Iker Alegre se ha convertido en el primer fichaje del Caudal del centenario. El gijonés se comprometió con el cuadro blanquinegro el pasado miércoles tras hasta tres intentonas anteriores de los mierenses por hacerse con sus servicios. Pero esta campaña ha pesado mucho el hecho que la entidad cumpla cien años. "Jugar en el Caudal la campaña de su centenario es muy especial", explicó el gijonés.

Alegre llega al Hermanos Antuña tras una dilatada carrera en Segunda División B y tras disputar en la campaña que acaba de concluir la promoción de ascenso a Segunda con el Pontevedra. El gijonés confesó que "otras temporadas había tenido contactos con el Caudal, pero este año tomé la decisión muy rápido. Mi idea era la de quedarme en Pontevedra o ya regresar a Asturias. Por eso fue sencillo decirle sí al Caudal y más tras hablar con Paco y con el presidente, Roberto Ardura, quienes me expusieron el proyecto. Al poco tiempo ya confirmé que mi deseo era jugar en el Hermanos Antuña". El objetivo del Caudal este año es más ambicioso, ya que en el curso del centenario quiere optar a cotas más altas. Alegre explicó que "todo es muy ilusionante, pero creo que lo mejor es fijarse un objetivo real como es el de asegurar la salvación y una vez cumplido ir mirando hacia arriba, a otro más ambicioso. Esto fue lo que hicimos este año en Pontevedra y al final jugamos la promoción". El gijonés sufrió el pasado curso una rotura de ligamentos de la que ya "estoy totalmente recuperado y mejor de lo que esperaba, pues en el tramo final he jugado cinco partidos y he marcado tres tantos, con lo que más no puedo pedir".