Un obrero que trabaja en la construcción del nuevo estadio del Atlético de Madrid, el Wanda Metropolitano, encontró un obús de la Guerra Civil en la zona norte fuera del recinto, en la que irá un parque. La bomba de 50 centímetros estaba enterrada a cuatro metros de profundidad. La policía acudió hasta el estadio y los Tedax controlaron la detonación.