El futuro es suyo. Los jóvenes serán los encargados de preservar las tradiciones y también las rivalidades. Once niños y niñas sportinguistas muestran sus ganas de vivir una experiencia inédita en sus vidas: un derbi de máxima rivalidad. "Se decide quién es el mejor equipo de Asturias". A sus doce años Carlos Martínez tiene claro que los duelos ante el Oviedo son partidos diferentes a cualquier otro.
"Vamos a ganarles. Hay mucha expectación". Para Hugo Buznego, también de doce años, no vale otro resultado que la victoria, aunque sabe que son partidos difíciles de jugar. Lo verbaliza Alfonso Fernández, el mayor del grupo con 14 años, que nació justo después del último enfrentamiento regional de máxima rivalidad: "Va a ser un partido muy disputado. Tengo ganas de vivirlo por la gran rivalidad que creo que lo va a rodear y porque habrá un gran ambiente". Alfonso fue testigo directo del descenso rojiblanco en Ipurúa.
Los once forman un grupo de aficionados fieles. La mayoría son abonados con algunos años de antigüedad a pesar de su juventud. Muchos fueron inscritos en el momento mismo de su nacimiento. El fútbol hace mucho ya que dejó de ser cosa de chicos. A la cita acuden tres niñas que también tienen ganas de derbi. Elisa González es la pequeña del grupo, con 6 años, la acompaña su hermana Aitana (9) y su amiga Alba Gutiérrez. Es Aitana quien ejerce como portavoz de la sección femenina y explica cómo se espera ella un partido de máxima rivalidad: "Me lo imagino muy raro, con muchos nervios, porque nunca he vivido ninguno".
A sus doce años, Jaime Arregui asume el punto de vista más técnico del análisis. "Va a ser un partido más intenso que los habituales y una temporada muy reñida porque te juegas quedar por delante de tu rival", argumenta.
Desde la otra banda, toma la palabra Igor Buznego, de nueve años, que remarca la importancia del resultado en estos partidos: "Vamos a ganarles. Hay mucha expectación y no se puede fallar". El grupo de los optimistas lo encabeza Pablo García (12 años) a quien no parece saciarle una simple victoria. "Hay mucha rivalidad, pero vamos a ganar 5-0 para demostrar que somos los mejores de Asturias", espeta mientras sus compañeros asienten. Los más tímidos son Nel Castañón (12 años) y Samuel del Rosario (10), que llega cansado tras un día de excursión. Ellos prefieren hablar sobre el campo que desgastarse ahora en pronósticos inútiles. Les quedan muchos derbis por vivir. Pero el primero nunca lo olvidarán.
