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De cañas con... JOSÉ LUIS AUGUSTO LÓPEZ | Secretario de la asociación allerana de pescadores "El Marabayu"

"La pesca a la allerana es algo que estamos obligados a mantener"

"El río Aller fue de lo mejor de Asturias y ahora está en una situación crítica pese al trabajo que hacemos en 'El Marabayu'"

José Luis Augusto empezó a pescar con apenas 12 años, cuando acompañaba a un primo mayor al río Caudal, en las inmediaciones de su Mieres natal. Sus inicios fueron con cebo natural, modalidad que no terminaba de gustarle y así comenzó a practicar la mosca ahogada. Años después se casó en la ribera del Aller, y un nuevo horizonte de abrió frente al él. Fue así como conoció la pesca a la allerana, una técnica autóctona de la zona, de la que es un verdadero devoto, y considera que estamos obligados a mantener en el tiempo.

Pescador conservacionista y apasionado de la trucha, le apena ver la actual situación por la que están atravesando los ríos de Asturias, muy por debajo de su verdadero potencial. Considera que, en gran parte, debido a una pésima gestión por parte de la administración. Desde hace 12 años, como directivo de El Marabayu, lucha con ahínco por recuperar esas poblaciones y por intentar que el Aller vuelva a ser el gran río que fue.

-¿Qué opina de la actual situación de la trucha en Asturias?

-En estos momentos está en una decadencia increíble, quizá peor de lo que pensamos. Ríos que fueron muy trucheros están bajo mínimo de peces. El Aller fue de lo mejor de Asturias y ahora mismo está en una situación crítica pese al trabajo que hacemos para recuperarlo. Todos los años soltamos en el Aller y sus afluentes 375.000 alevines de trucha.

-¿Repueblan en otros ríos de la zona?

-También actuamos en el Turón, un pequeño río de manantial. Desde que se instaló el saneamiento de la zona de La Pereda mejoró mucho, tiene una aceptable población de truchas, en los vedados se ven peces, aunque también está en decadencia.

-¿Qué factores han provocado la actual situación?

-Hay varios aspectos que influyen. En el caso del Aller una de las principales causas del declive son los cormoranes, hacen un daño increíble. Todos los años el número aumenta, hay bandos de 50 ejemplares, o más, pescando a diario, y lo hacen con una estrategia espectacular, trabajan en equipo de manera muy eficaz, acaban con muchas truchas. Evidentemente también influye la contaminación, en la cuenca del Aller todo se vierte al río, las obras que se hicieron hace años fueron un crimen y los pescadores también tenemos nuestra parte de culpa.

-¿Fueron muy perjudiciales las obras?

-Mucho, acabaron con el río. Desde Cabañaquinta hasta cerca de Moreda, actualmente, es un río nuevo. Donde estaba la carretera antiguamente ahora discurre el río, no va por su cauce natural, es artificial. En la época que se hicieron las obras, en "El Marabayu" estuvimos muy pendientes de ellas, cuando se sacaron las truchas antes de empezar quedamos asustados de lo que había. En Piñeres, una de las zonas más pescadas, salieron muchas y de gran tamaño. Desde entonces el Aller no ha vuelto a ser lo mismo.

-¿Se puede recuperar el río Aller?

-Si hubiese intención de hacerlo, sin duda. Pero, insisto, en primer lugar hay que atajar el problema del cormorán. No solo en el río Aller, otros como el Nalón también están muy afectados, el coto de El Condado no hace tanto tenían muchas truchas y ahora apenas se ven. Controlar los vertidos de la zona también sería necesario, reforzar la vigilancia, etc.

-¿Qué opina de la normativa en referencia a la trucha?

-Salvo pequeños detalles, sigue siendo la misma desde hace años, hemos avanzado muy poco en este sentido, puede haber algún vedado y zona sin muerte nuevos, pero poco más. No se pueden gestionar todos los ríos de la misma forma, por ejemplo los 19 cm. de medida mínima pueden valer para algunos, para otros, sin duda, no. Cuando se habló de bajar los cupos nosotros apoyamos la decisión, pero de 8 a 6 ejemplares diarios poca diferencia hay. En los consejos de pesca El Marabayu hace muchas propuestas, pero la administración no admite cambios drásticos.

-¿Está la trucha a la sombra del salmón en Asturias?

-Si, aunque no debería, además la trucha mueve muchos aficionados al año. Es la gran olvidada por parte de la administración. En 2009 ya pensábamos que había que proteger la trucha, han pasado ocho años y la situación cada vez está peor. Queda poco para tocar fondo. La administración da mucha más importancia al salmón, y como ve que se siguen vendiendo permisos de los cotos de trucha no se preocupan de más.

-¿Es partidario de la pesca sin muerte?

-Si, pero sin ser extremista. Creo que, en la situación actual, es necesaria, pero en Asturias no tiene mucha aceptación, no somos capaces de hacer que cale en el colectivo de pescadores. Yo pesco sin muerte, pero si me apetece matar cuatro truchas para comerlas lo hago sin problema. Las que sacrifico ahora, comparado con las de hace años, no tienen nada que ver. Nos costó mucho trabajo convencer a los pescadores de poner un tramo sin muerte en la zona libre del Aller, pero la administración tampoco se preocupa de que esta modalidad de pesca tenga éxito, de lo contrario estas zonas tendrían muchas más truchas. Además hoy día hay poca juventud aficionada, los pocos que van se desaniman por la falta de peces.

-¿La técnica de pesca a la allerana es algo autóctono que hay que mantener?

-Yo creo que si, nunca vi fuera de la ribera del Aller nadie pescando de esa forma, pueden pescar a punta de vara, posando la mosca con cañas de ocho metros, pero tal cual lo hacemos aquí, lanzando la mosca, nunca. Es algo que estamos obligados a perdurar en el tiempo. En "El Marabayu" todos los años hacemos cursos de pesca a la allerana, damos unas nociones básicas de iniciación, enseñamos el equipo necesario, cómo son las cañas, las moscas empleadas, cómo manejar el equipo, etc. Es algo muy nuestro que estamos obligados a mantener.

-¿Qué opina sobre la situación del salmón?

-Estamos viendo que, a nivel mundial, están descendiendo las poblaciones incluso en países con muchos más salmones que en Asturias. Las medidas que se adoptan son parches que al final no valen para nada. Por ejemplo este año estamos buscando excusas con la falta de agua, cuando la realidad es que no hay peces. La gestión del salmón está mal encauzada por parte de la administración, valoramos las temporadas por los peces que se precintan, cuando lo importante son los ejemplares que, una vez cerrada, quedan en el río, faltan contadores, no sabemos lo que hay. No hay una gestión eficaz por parte de la Administración. La presión de pesca es brutal, haya muchos o pocos salmones, están sometidos a una persecución enorme. La situación de la pesca fluvial en Asturias, tanto de truchas como reos y salmones, es mala, muy mala.

-¿Estamos desperdiciando un buen recurso turístico?

-La pesca es un recurso turístico importantísimo y en Asturias no estamos sabiendo sacarle provecho. Voy a pescar a Chile casi todos los años, pero si en Asturias los ríos estuvieran como deberían, no iría. Además, aquí tenemos unas posibilidades alternativas para familiares y acompañantes que en otros países no disponen. O no sabemos o no queremos que la pesca sea un recurso turístico para Asturias.

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