La campaña de salmón en los ríos asturianos continúa con más pena que gloria. Pasan las fechas y el número de salmones capturados no hace otra cosa que confirmar que estamos ante unas de las peores de los últimos años. Veremos cómo evolucionan las próximas semanas, pero todo parece indicar que solo los pequeños ejemplares de verano podrán maquillar unas cifras de capturas que ni los más pesimistas esperaban a estas alturas.
Se echaron a tierra un total de 73 salmones, frente a los 76 de la semana anterior. Pero el dato que refleja la triste realidad son los 330 salmones que hasta el momento se han capturado en los ríos de Asturias, frente a los 655 de la temporada pasada en estas mismas fechas. Es importante recordar que la campaña anterior no fue precisamente buena. La realidad es la que es, y no hay que buscar excusas. Todos los ríos están muy por debajo de su potencial, pero el caso del Eo y, sobre todo, el Esva, empiezan a ser verdaderamente alarmantes. Todo ello, ante el pasotismo de una Administración que parece no preocuparle la actual situación. Puede que estemos sacrificando gran parte de los pocos reproductores que este año remonten por los diferentes ríos, y aquí nadie toma medidas, nadie da la cara, y nadie parece ser consciente del problema.
Los caudales de los ríos siguen siendo bajos, aunque ya comentamos que no podemos estar continuamente apoyándonos en ello como justificación. A principio de semana se produjeron ligeras precipitaciones que apenas variaron el caudal de los distintos ríos.
Nos adentramos en la última semana en que se podrá utilizar el cebo natural ya que, a partir del jueves día 15, solo estará permitido utilizar la mosca artificial para pescar salmón en los ríos de Asturias, excepto en los tramos gallegos del Eo (lotes 1, 2 y 3 de Puente Nuevo, y 1 y 2 de Salmeán) donde se podrá seguir pescando a cebo natural. Así pues, martes y miércoles serán los últimos días en que quisquillas y lombrices puedan ser utilizadas por los aficionados.
El Proyecto Arca recibió cuatro nuevos ejemplares, que pudieron verse incrementados en otros dos, pero uno se soltó en el momento de ser introducido en la bolsa que le llevaría al coche cuba, y el otro, desgraciadamente, murió al venir prendido por la agalla. Poco a poco aumenta el número de pescadores que se implican con esta iniciativa de Las Mestas del Narcea.
En cuanto a la pesca del reo, también está siendo una temporada floja, solo Cares y Sella ofrecen alguna garantía de hacerse con estas balas plateadas, aunque, de momento, no han remontado en la cantidad deseada. En cualquier caso, ahora empieza lo mejor y esperemos que los reos puedan mitigar la pena de los aficionados por la falta de salmones.
Eo. Pobre balance en el río de la divisoria con Galicia, ya que solo se echaron a tierra cinco salmones durante los últimos siete días. Arrancó la semana de forma esperanzadora con la captura de tres ejemplares el martes, cifra que no se conseguía en una jornada desde la apertura. Pero la realidad es que sigue sin recibir una aceptable entrada de salmones, y tan solo se consiguieron otros dos el resto de jornadas. Algunos de los salmones eran frescos, con pulga, pero estamos asistiendo a uno de los peores años del río Eo. Cuatro salmones se pescaron en cotos y otro en Xesteira, el primero de la temporada en aguas libres. Los pesos estuvieron entre 3,900 y 6,300 kilos.
Esva. Del río valdesano de nuevo poco que decir. Una sola captura conseguida en el coto de Trevías el martes con un peso de 4,200 kilos. La tímida esperanza que se había generado la semana anterior con los cuatro salmones conseguidos, y que hubiera entrado alguno fresco más, se fue diluyendo con el paso de las jornadas. Poco más se puede decir salvo que está pidiendo a voces algún tipo de actuación por parte de una Administración que parece no enterarse de la situación real de un río que llegó a dar más de ochocientos salmones en una temporada.
Narcea. De nuevo fue líder de capturas con los 41 salmones conseguidos. Cifra que no deja de ser pobre para estas fechas, más si tenemos en cuenta que es el río que recibe una mayor afluencia de pescadores, no quedando pozos ni lances sin pescar a lo largo del día, estando los peces sometidos a una presión brutal. Nueve de los salmones capturados no fueron sacrificados. Cuatro de ellos están en las balsas de la estación de Las Mestas al haber sido donados al Proyecto Arca, y los otros cinco fueron devueltos al agua con vida. Los salmones que pasaron por el precinto de La Rodriga, como es habitual en el Narcea, fueron capturados en aguas libres en su mayoría. De nuevo fue el viernes el mejor día de la semana con la consecución de 18 piezas, pero sábado y domingo la cifra bajó significativamente. El peso de los peces estuvo entre 3,900 y 6,500 kilos.
Sella. Pobre balance de nuevo en aguas del Sella, donde el desánimo aumenta con el paso de las semanas. Siendo el río donde, habitualmente, queda un mayor número de salmones una vez terminada la temporada de pesca, la decepción es significativa al contemplar las pobres cifras de capturas que está ofreciendo. Es cierto que es de los más afectados por la falta de agua, pero los retornos están muy por debajo de lo esperado. Se echaron a tierra catorce salmones, tres de ellos devueltos al agua. La afluencia de pescadores sigue estando por debajo de lo habitual, pero hay aficionados en todos los pozos, al menos a primera hora de la mañana. Se ven salmones en algunos puntos, pero no es fácil hacerles picar. Los peces salieron repartidos entre cotos y zonas libres, con pesos entre 1,980 y 5,470 kilos.
Cares. De las cristalinas aguas del Cares salieron doce salmones. Escaso bagaje para un río cuyo verdadero potencial está muy por encima de esa cifra. Recibió una tímida entrada de peces, lo que se tradujo en la consecución de capturas todas las jornadas, mostrando una cierta regularidad a lo largo de la semana. Salieron salmones tanto en los cotos como en lo libre, algunos de ellos en la zona alta, por encima de Niserias. Los pesos de los peces que pasaron por el precinto de Panes estuvo entre 1,750 y 6,350 kilos.
