El deporte gijonés ha obtenido una buena nota durante la temporada 2.016-2017. La balanza se ha decantado con mayor fuerza del lado positivo que del negativo al cosechar numerosas alegrías en forma de logros que se han impuesto a las desilusiones deportivas. Unas notas negativas de las que tratarán de sobreponerse la próxima temporada. En este apartado, destaca con especial hincapié el descenso a Segunda División del Sporting, tras una temporada gris en la que se ha consumado su regreso a la categoría de plata.

Su nombre no es el único que ha cruzado las fronteras regionales, donde resalta el título liguero cosechado por el Hostelcur. Las chicas del hockey sobre patines sumaron un nuevo título a su palmarés, consolidándose como el club más laureado de Gijón. Y pudo firmar una campaña más espectacular si cabe, pero la suerte le fue esquiva en las finales de la Copa de Europa y de la Copa del Rey. También en el patinaje sobresalió la magnífica temporada cosechada por Sheila Posada, baza segura en las competiciones internacionales y nacionales -donde ya suma 110 títulos en su palmarés-, así como la de Nerea Nuño, campeona de España de maratón en una prueba que se disputó en las calles gijonesas. A nivel individual, María López se proclamó campeona de la Copa de la Reina con el Club de Campo en hockey hierba.

Sobre ruedas, el ciclista Dani Navarro se ha encontrado con una temporada aciaga en cuanto a las caídas que le han impedido, por ejemplo, concluir el Tour de Francia con un merecido triunfo a su infatigable insistencia en las escapadas. A partir del 1 de julio volverá a intentarlo. Meses después, el ciclismo gijonés incluía a Iván García Cortina como ciclista profesional al unirse al proyecto del Bahrein Mérida, sumando así un nuevo corredor en el pelotón internacional. Las que también sumaron son el Mavi Nuevas Tecnologías en su estreno en la máxima categoría del balonmano femenino. El conjunto de Diego Lafuente logró la permanencia en División de Honor, categoría a la que no ha podido acceder el Balonmano Gijón que no pudo superar la fase de ascenso. En categoría masculino, el Grupo Covadonga firmó en División de Honor plata su mejor temporada logrando una gran séptima posición. La nota negativa la sufrió el Gijón Jovellanos con su descenso de categoría.

El que sí subió peldaños en el ranking ATP ha sido el tenista Pablo Carreño. Sin duda, el gijonés ha sido uno de los nombres propios de la temporada con una evolución constante que le ha llevado recientemente hasta los cuartos de final de Roland Garros, donde se retiró por lesión ante una leyenda como Rafael Nadal. Carreño ha escalado de manera vertiginosa hasta el puesto 17, gracias a sus títulos en agosto de 2.016 en Winston-Salem, así como el posterior logrado en Moscow. A ellos se suma el logrado hace poco más de un mes en Estoril. Sus participaciones como integrante de la Copa Davis defendiendo a España, así como sus títulos en dobles en China y Río de Janeiro, han hecho que el gijonés se haya asentado en el "Top 20" mundial y se consagre como una esperanza de presente y futuro en el tenis español.

Sus grandes golpes contrarrestan a las tristezas que se han producido en el deporte gijonés con el mencionado descenso del Sporting o el del Gijón Basket, que en su primera temporada en la Liga EBA no pudo lograr la permanencia. Sí sorprendió, positivamente, el Ascensores Tresa con su ascenso a la Liga Femenina 2 por primera vez en su historia.

En voleibol, el Grupo Covadonga femenino ha dado la gran alegría con una magnífica temporada en la que solo le faltó ponerle la guinda con el ascenso de categoría. Las grupistas se quedaron a las puertas, pero no empaña su impecable campaña. Otros clubes que regresan por sus fueros son los del fútbol modesto. Tras una temporada en Regional Preferente, el Gijón Industrial y el TSK Roces se convirtieron a la par en nuevos equipos de Tercera División, donde se unirán, al menos, al Ceares, ya que el Sporting B se encuentra en plena lucha por intentar retornar a la Segunda División B tras finalizar primeros en el grupo asturiano.

El 2.016 tuvo como gran evento las olimpiadas de Río de Janeiro, donde el piragüismo ofreció sus mayores alegrías con un protagonista principal: Saúl Craviotto. El ilerdense de nacimiento, pero asentado en Gijón, logró la medalla de oro en el K2 200 metros (junto a Cristian toro) y el bronce en el K1 en la misma distancia, convirtiéndose en una de las mayores goyas actuales del panorama nacional e internacional. Estos fueron algunos de los nombres propios del deporte gijonés que hicieron vibrar con sus éxitos. No todo fueron grandes noticias, hubo risas y lloros, alegrías y tristezas, pero dejando siempre el pabellón en lo más alto.