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Las cañas de cebo se pliegan hasta la temporada que viene

Las cañas de cebo se pliegan hasta la temporada que viene MIGUEL AGUILAR

El miércoles 14 de junio fue el último día hábil de la presente temporada para pescar a cebo natural. Último día para que quisquillas y lombrices pudieran ser utilizadas para tentar a los salmones en aguas de los ríos de Asturias, a excepción del tramo alto del Eo donde, al ser gestionado por Galicia, se podrá seguir empleando hasta que finalice la campaña a mediados de julio.

Miles son los adeptos a un arte que, cada nueva temporada, muestran su desacuerdo con una normativa que les permite utilizar el mismo apenas dos meses, de los cuales lunes y jueves no se puede pescar, y martes y miércoles son días de cotos parciales sin zonas libres. Un arte que es no es fácil llegar a dominar, y que, poco a poco, va perdiendo protagonismo en los ríos de Asturias. Un arte que estamos obligados a perdurar en el tiempo.

El sistema que se emplea en Asturias para pescar con cebo natural es único, en ningún otra lugar se usa como se hace en los ríos del Principado. Una técnica que ha supuesto una seña de identidad de los ríos asturianos, un sistema que forma parte del acervo de una cultura ribereña acunada durante décadas a la orilla del Cares, Narcea, Nalón, Deva, Esva, Eo, Navia y, principalmente, del Sella, donde se forjaron, allá a mediados del siglo pasado, los mayores especialistas de la modalidad.

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