Ubicado en el punto donde Nalón y Narcea hermanan sus aguas, La Figal es un coto de reciente creación, ya que apenas lleva diez temporadas funcionando como tal. Previo a ello, era una de las zonas libres más productivas de la cuenca, y todas las temporadas se echaban a tierra en sus aguas un elevado número de ejemplares.
Un poco de historia. Durante el siglo pasado las aguas del Nalón padecieron una tremenda contaminación, debido a los vertidos de los lavaderos de carbón. Sus aguas bajaban, literalmente, negras, con el inconveniente que ello supone. Entonces La Figal era un pozo poco pescado, y cuando se hacía era principalmente los lunes, pues los fines de semana no trabajaban dichos lavaderos, y el primer día de la semana, aún sin estar limpio, el río estaba en mejores condiciones, lo que era aprovechado por algunos ribereños que ya sabían de la excelencia de estas aguas. Con el paso de los años el agua fue mejorando su calidad, hasta contar con unas condiciones muy aceptables para la pesca.
Antaño el lance que da nombre al coto se denominada Peña Prieta. En este punto había una higuera, por lo que los asiduos de la zona comenzaron a llamarlo La Figal. También hace años se hizo un muro para guardar una barca que se utilizaba para cambiar de orilla. Los restos del mismo se encuentran actualmente en la margen izquierda.
En la mejoría de la zona también influyó el cambio que sufrió la desembocadura del Narcea hace años. Antaño el Narcea entregaba sus aguas al Nalón a la altura de donde se encuentran los tubos de la localidad de Beifar. Ahora lo hace unos cientos de metros más abajo, justo en el límite superior del coto, mejorando mucho la zona para la pesca del salmón.
Un coto excelente para la pesca sin muerte. Desde hace varias temporadas La Figal se gestiona como coto de pesca sin muerte, y se ha convertido en uno de los más solicitados de Asturias. También está a disposición de las aquellas sociedades de pescadores que quieran solicitar jornadas de pesca en sus aguas, o para realizar cursos entre sus asociados.
Varios son los factores que hacen de La Figal un gran coto. En primer lugar, su ubicación. Al estar en la zona baja del río, en las inmediaciones de Pravia, muchos salmones llegan a sus aguas en poco tiempo, especialmente con buenas mareas. Los salmones, al llegar a la junta de los dos ríos, suelen parar a descansar hasta que se deciden a seguir ascendiendo, bien por el Nalón bien por el Narcea. Habiendo entrada de peces, suele tener salmones frescos a diario, que aposturan junto a los veteranos que llevan ya tiempo en el río.
A pesar de verse afectado por sueltas de los embalses del Nalón (Valduno) y del Narcea (Presa de Calabazos), aguanta muy bien el agua, manteniéndose pescable aún con ambos embalses abiertos. Incluso es recomendable que, en ocasiones, estén abiertos los dos para aumentar las posibilidades de conseguir alguna captura.
Sus lances. Las riadas de los inviernos cambian con frecuencia las posturas de La Figal, que pueden variar mucho de unas temporadas a otras.
Comenzando por su límite superior, tenemos el primer lance del coto justo donde el Narcea se une al Nalón. Una corriente muy uniforme, de lento discurrir, donde paran bien los salmones y donde nuestras moscas trabajarán a la perfección, siendo uno de los puntos calientes a tener en cuenta. Aunque básicamente se pesca por la margen derecha, también es recomendable hacerlo por la izquierda, ya que algunos de los peces que ascienden por el Narcea paran a descansar en esa "uve" que se forma al juntarse las aguas de sendos ríos.
Más abajo está La Figal, una bonita corriente que golpea contra la margen izquierda, hasta llegar a una gran peña que cayó cuando se hicieron las obras de la carretera hace más de veinte años. La mosca trabajará bien en la cabecera, pero en cuanto la corriente pierde fuerza, especialmente con el río bajo, se perderán opciones de conseguir capturas. Aquí paran muy bien los salmones frescos, tanto aguas arriba de las peña, como aguas abajo de la misma.
Más abajo está la Tablada del Puente del Ferrocarril. Lleva dos temporadas que ha rellenado mucho, y con poco agua apenas paran los salmones. Una tabla de aguas lentas, muy ancha, que con el río alto, especialmente con ambos pantanos abiertos, es un punto a tener en cuenta. La corriente es moderada, no tiene mucha profundidad, y la mosca trabajará en buenas condiciones en casi todo su recorrido.
La mejor zona de la Tablada del Puente del Ferrocarril es la falda, ubicada entre el puente y el límite inferior. Esta zona es especialmente productiva cuando el río está alto, ya sea con uno o con los dos pantanos abiertos. Con escaso caudal pierde opciones. Aquí los peces pueden aposturar en poca profundidad y a escasos metros de la orilla.
