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Actualidad | Desarrollo de la campaña fluvial en Asturias

La temporada va camino de convertirse en la peor de los últimos años

Las pobres cifras de capturas de salmón sólo pueden verse incrementadas si las anunciadas lluvias meten ejemplares frescos en los ríos

Devolución de un ejemplar al agua. MIGUEL AGUILAR

La temporada de pesca de salmón en los ríos de Asturias sigue discurriendo con más pena que gloria. Pasan las semanas y las cifras de capturas no mejoran, signo inequívoco de que, al menos de momento, el retorno de salmones está muy por debajo de lo esperado. Los últimos siete días se echaron a tierra tan solo 25 peces, frente a los 88 de 2016 o los 30 de 2015 en este mismo período de tiempo. Es importante señalar que el año pasado no había medida máxima de 75 cm., y no era obligatorio devolver los que superasen la misma, con lo cual todos los ejemplares podían pasar por el precinto; unido al mayor número de peces que había, puede explicar la diferencia entre las cifras de un año y otro.

Los guarismos hablan por sí solos. A falta de tres semanas para el cierre de la temporada Esva, Eo, Sella y Cares aún no han llegado al centenar de capturas, estando algunos de ellos aún muy lejos de conseguirlo. El Narcea ha superado los doscientos salmones que, sin dejar de suponer un escaso rendimiento, sigue siendo el río donde más posibilidades tienen los aficionados de hacerse con un ejemplar.

Los ríos siguen estando muy bajos de caudal, aspecto que tampoco ayuda a paliar la situación. Esperemos que se cumplan las previsiones de lluvia para estos días y que vean incrementados sus caudales y, con ello, puedan recibir la llegada de salmones frescos. Ese posible repunte de agua también facilitaría que aquellos que llevan tiempo en el río cambien de postura con más facilidad, aumentando con ello las posibilidades de hacerles picar.

De los capturados en el Narcea, dos fueron donados al Proyecto Arca, uno el viernes por José María Rujas Ordóñez, con un peso de 3,450 kilos, y otro el sábado, de 2,450 kilos conseguido por Borja Medina Fernández. Otros dos pescadores tuvieron la intención de ceder sus piezas, pero por distintos motivos no fue posible. El total de peces que se encuentra descansando en las balsas de la estación de Quintana asciende a trece.

Ante la escasez de salmones, muchos son los aficionados que deciden dedicarse a pescar truchas y reos, con suerte desigual dependiendo de los ríos. Son Sella y Cares los que están ofreciendo más alegrías a los pescadores de estas especies menores.

Eo. Decepcionante semana en el río de la divisoria con Galicia, con solo un salmón echado a tierra el martes en el coto de Estreitos, con un peso de 3,100 kilos. El Eo tiene unas buenas condiciones para pescar a mosca, al menos con el sistema tradicional, pero está claro que la entrada de peces frescos es testimonial, y en estas condiciones es muy difícil que las cifras aumenten. La recta final de la temporada no suele ser la mejor fecha para pescar en el Eo, con lo que apenas pasarán salmones por el precinto de Xesteira en lo que resta de temporada.

Esva. Crítica la situación del cauce valdesano. Si la temporada pasada solo aportó 17 salmones, la presente lleva el mismo camino, si es que llega finalmente a esa cifra. Poco más podemos decir de un río que está pidiendo a voces algún tipo de actuación para recuperar sus poblaciones de salmón.

Narcea. Otra semana más líder de capturas con quince ejemplares, dos de ellos cedidos al Proyecto Arca y otros dos devueltos con vida. Es, sin duda, el río donde mayores posibilidades hay de hacerse con un salmón, aunque su rendimiento está muy lejos de lo esperado. Sigue siendo el que mayor número de aficionados recibe en sus pozos, y los salmones capturados fueron conseguidos en su mayoría en la zona libre. Los peces arrojaron pesos entre 1,800 y 3,610 kilos.

Sella. De nuevo otra pobre semana en el Sella. Solo se echaron a tierra ocho salmones, de los cuales tres fueron devueltos al agua. Es de los ríos que más está acusando la falta de agua, dificultando mucho la captura de ejemplares. Peces se ven, en algunos puntos en cantidad aceptable, pero el bajo caudal y la elevada temperatura no son las mejores condiciones para conseguir hacer picar un ejemplar. Esperemos que el nivel aumente con las lluvias previstas y así pueda recibir la entrada de peces frescos. Los salmones dieron pesos entre 1,520 y 4,600 kilogramos.

Cares. Pésimo balance también en aguas del Cares, que está asistiendo a una de sus peores temporadas. Tan solo un pez pasó por el precinto de Panes, un añal de 2 kilos capturado el viernes en la zona libre. Se ven ejemplares por algunas zonas, pero lejos, muy lejos, de la cantidad deseada. En la reserva de Niserias hay una buena concentración de reos y salmones, esperando que el caudal suba para remontar la presa. Ante la falta de salmones, muchos aficionados, tanto en los cotos como en las zonas libres, prefieren dedicarse a pescar reos.

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