Real Avilés Gestión Deportiva (RAGD) pagó ayer las primas, premios y bonificaciones a los jugadores que tenían en el contrato algún tipo de gratificación por partidos disputados o por goles, y liquidó económicamente la temporada en lo que respecta al primer equipo. Ahora quedan pendientes los pagarés del pasado año que todos los futbolistas denunciaron en mayo antes de que finalizara el plazo.

La cantidad abonada suma en torno a los 9.000 euros y los jugadores afectados eran Jorge Rodríguez (que ya se fichó por el Llanes), Marcos Torres (que llegó a un acuerdo para renovar), Nacho Méndez (que tiene una propuesta a la baja económicamente para seguir) y Pantiga, el capitán de las dos últimas temporadas que jugará el próximo año en otro equipo y que se va del Avilés agradecido a IQ Finanzas "porque cumplieron todo lo que han dicho, aunque su problema es que están muy mal asesorados" y con el pesar de que Pablo Lago no hubiera podido acabar su trabajo a falta de tres jornadas para concluir la Liga porque, señaló, "si lo hubiesen dejado trabajar el Avilés estaría ahora en Segunda B. Echarlo fue una atrocidad".

A vueltas con la escuela. La escuela es otra historia porque Álvaro López, el gestor como propietario de RAGD, decidió por consejo del abogado no abonar ninguna cantidad en La Toba hasta que se resuelva la demanda de rescisión de contrato presentada el 6 de junio por el dueño, José María Tejero, por incumplimiento del acuerdo de gestión firmado en diciembre. Y uno de esos incumplimientos es precisamente la deuda existente con los técnicos de la escuela y con la plantilla del filial desde enero.

López, por su parte, precisó respecto a la escuela que "quieren que pague lo que les de la gana y eso no lo haré". El gestor denunció en reiteradas ocasiones que se le impidió gestionar el fútbol base del club hasta el punto de no poder nombrar a un director (Raúl González) al tener Xiel un contrato por cuatro años para el mismo puesto. "Si soy el problema me voy, pero nunca me dijeron nada ni se preocuparon por conocer a la gente ni el trabajo que hacemos, por lo que entiendo que no les interesa nada, que no quieren la escuela", replicó Xiel.

La decisión de no pagar puede afectar al Atlético Avilés, filial y segundo juvenil, que tiene que abonar 1.600 euros el 30 de junio por el campo para poder entrenar y competir. Tampoco se comprará material para de La Toba hasta que se solucione la demanda de Tejero que, según RAGD, aún no fue comunicada por el juzgado.