Turzo es la última baja del Langreo. El mediocentro burgalés, de 24 años, pone fin a su etapa en el club azulgrana por motivos personales. Tras dos campañas en Ganzábal, el jugador regresa a su tierra en busca de nuevos retos. Atrás deja dos temporadas en las que el futbolista castellanoleonés se convirtió en uno de los jugadores más queridos por la afición del cuadro langreano.

"Ojalá sea un hasta luego", destaca el jugador, a la vez que añade que "en Langreo he sido realmente feliz, nunca me habían tratado tan bien". Son motivos personales los que alejan a Turzo de Ganzábal, el futbolista quiere regresar a Burgos para encontrarse cerca de su familia y también por asuntos profesionales. "Estoy agradecido al club por el tremendo esfuerzo que ha realizado durante las dos últimas temporadas por mantenerme aquí, este año, pese a que se hubieran rebajado las condiciones, el Langreo también hizo un esfuerzo enorme, pero estoy en una etapa de mi vida en la que también tengo que plantearme otras cosas", destaca. El hecho de ser un jugador de fuera del Principado hace que los gastos por retener al mediocentro en la plantilla se disparasen en el club de Ganzábal.

Turzo muestra su agradecimiento al equipo. "Se portaron muy bien y en ningún momento habrá nada que reprochar", apunta. Su balance de su etapa en el conjunto azulgrana es "más que positivo" y resalta el buen trato tanto de directiva, afición, compañeros y cuerpo técnico. Para Turzo, "nunca nadie me ha dicho nada malo, ni siquiera regular", asegura.

Alberto Turzo llegó al Langreo procedente de un equipo de Segunda B, la Cultural Leonesa. "Había jugado aquí en la categoría de bronce y me había llamado la atención el campo y la afición, pero es en el trato con la gente cuando te das cuenta de la grandeza de este club". Para el mediocentro burgalés, "la amabilidad de las personas que rodean al club es impresionante".

Su peor momento se resume con la fractura de clavícula, el 7 de enero de 2016. "Me cortó la dinámica de estar con los compañeros, la progresión", asegura el jugador. En cuanto a sus mejores situaciones en el equipo de Ganzábal, Turzo destaca "infinidad de momentos". Por ejemplo, uno de ellos, es el retorno tras la lesión. "Muchos cánticos, felicitaciones de la gente, es algo que no se me va a olvidar nunca", apunta. También recordará el haber formado en el mismo once que un jugador internacional como Michu.

Respecto a su destino, Turzo no se pronuncia. "He hablado con algún equipo, pero aún no sé donde jugaré, ya que estaba esperando por el Langreo, que era mi primera opción", reconoce. El futbolista burgalés solamente quiere estar cerca de los suyos. Los condicionantes personales hacen que la etapa de Turzo llegue a su fin en el Langreo.