Un nuevo intento de que el Real Avilés cambie de manos, el tercero en apenas cinco años, está en marcha. Ayer fue un día de cierta tranquilidad en el seno del club blanquiazul, mientras el actual presidente, José María Tejero, espera el documento con la oferta final que preparan los gestores mexicanos para hacerse con sus acciones y tomar el control total del club. Ese podría ser el final de una guerra abierta que se desató hace meses en el Suárez Puerta. Según ambas partes, el acuerdo de venta está cerrado verbalmente, pero Julio Scheilch, que negocia en nombre de Tejero, no quiere dar nada por hecho hasta que el documento esté en sus manos y lo revisen los abogados del club.

Desde poco después de la llegada de IQ Finanzas, que gestiona el día a día del Avilés desde diciembre, los desencuentros entre el grupo gestor mexicano y el propietario del club han sido continuos y ya por el mes de marzo, el chileno Álvaro López, director ejecutivo de IQ,, amenazó con romper el contrato e irse si no compraba el club. López acusaba a Tejero de no dejarle manejar el Real Avilés como recogía el acuerdo y de la aparición de "continuas sorpresas" en lo económico, mientras que Tejero lo negaba y tampoco se abría a vender el club. El empresario chileno afirmó que haría un esfuerzo por el Real Avilés y se logró una calma tensa para continuar trabajando.

La gota que colmó el vaso fue la cantera del Avilés. La escuela está dirigida por una persona colocada por Tejero en la primera parte de la temporada, José Luis Díaz "Xiel", y López volvió a acusar a Tejero de no dejarle trabajar, mientras dejaba de pagar a los empleados de los equipos de categorías inferiores. El impago dio al presidente del club el pie para interponer una demanda por incumplimiento de contrato y sacar así a los gestores mexicanos del Real Avilés.

La situación llegó al límite cuando hace unos días el club se quedó sin posibilidades de fichar por una deuda previa a la llegada de IQ Finanzas, la que se mantiene con los jugadores de la campaña 2015-2016. Ambas partes tenían sus argumentos: Tejero mantiene que la deuda es del Real Avilés Gestión Deportiva, la empresa a través de la cual IQ Finanzas gestiona el club, mientras que Álvaro López afirma que no tendría que hacerle frente al ser anterior a su llegada.

La posibilidad de comprar el club tras el acuerdo verbal ha hecho que López se replantee su posición y ya ha dado la orden de que se transfieran los 32.000 euros que se le deben a los jugadores. "La orden está dada, pero desconozco cuánto tarda la transferencia internacional", señaló ayer.

La negociación del traspaso de acciones no lo han llevado ni uno ni otro. Sus manos derechas -Julio Scheilch para Tejero y Dennis Colmenares para López- se han encargado de concretar una oferta: dos millones a pagar en tres años y uno más si el Avilés llega a la liga profesional. Una oferta que Scheilch quiere ver plasmada por escrito.

De llevarse adelante la compra, que ya intentaron los anteriores gestores del club -Golplus y Ambe & Care- sin éxito, Tejero se desvincularía del Real Avilés después de 20 años al frente. En ese tiempo, las acciones pasaron de sus manos a diferentes empresas de su entorno y actualmente las posee oficialmente Terrenos e Inmuebles S.L. , empresa madrileña de la que Tejero es administrador legal.