"Si pudiéramos comprar sería un paso importante para nuestra empresa y, para mí, el Real Avilés sería mi proyecto personal", explicó ayer a LA NUEVA ESPAÑA Álvaro López, director ejecutivo de IQ Finanzas y dueño de Real Avilés Gestión Deportiva, sociedad a través de la que gestiona el club blanquiazul. López no da por hecha la compra hasta firmar, pero se siente ilusionado ante el posible proyecto: "Creemos que Avilés tiene una gran tradición futbolística y ha sido un lugar central en Asturias. Puede estar otra vez entre los mejores equipos de España, en la liga profesional".

"Buscamos precisamente lugares donde podamos aportar a largo plazo y creo que en el Avilés hay trabajo por delante, pero también progresión", señala. Él mismo puso como ejemplo el recién creado San Miguel de Allende, el segundo club que tiene en México después de comprar el Tetapitlán hace unos meses. "En en San Miguel de Allende, ni siquiera hay estadio y vamos a desarrollar un plan de mínimo cinco años de desarrollo que incluye infraestructuras y proyecto deportivo", afirmó el empresario chileno.

Apenas ha llegado hace unas semanas a San Miguel de Allende para crear un club totalmente nuevo. Allí, López actúo de una forma diferente a la que se daría en el Real Avilés, más adaptada al fútbol mexicano: compró una franquicia en la Segunda División, en la serie B, y buscó una ciudad para comprar o crear el equipo. Finalmente, se quedó con la segunda opción. En días pasados contempló la posibilidad de hacerse en España con una de las plazas de Segunda B para el Avilés, pero estas ya han sido otorgadas, por lo que, de efectuarse la compra del Avilés, buscaría el ascenso sobre el césped.

El caso del Tepatitlán de Morales, es diferente. El empresario compró el club hace un par de meses y el equipo jugará la próxima temporada en Segunda División, pero en su caso en la serie A, es decir, en la de los equipos que han acreditado una estructura económica y deportiva sólida.

En el Avilés su reto es otro, el de sanear al club, sin dejar de lado lo deportivo. Las deudas del club han sido un lastre durante años y ese sería uno de sus primeros escollos: "No será muy rápido, pero todo se puede resolver. Hay grandes equipos en España con muchos problemas económicos, y eso también da la oportunidad de mostrar mi trabajo". Con todo, sabe que no puede sacar adelante el posible proyecto solo: "Yo creo que con el apoyo de la comunidad y el gobierno local podríamos resolver este problema, pero si nos dejan solos, probablemente no hay solución".

La filosofía que defiende para IQfútbol (sección deportiva de IQ Finanzas) la explicó ayer a través de su página de Facebook: "Es una empresa de inversiones de fútbol que tiene como objetivo principal insertarse en el fútbol mundial con un enfoque moderno y comercial que pueda permitir amplio desarrollo de negocios. Ya se acabó el fútbol de aficionados, los que más triunfan son los que funcionan como empresas".