El Juzgado de instrucción número 3 de Avilés resolvió ayer solicitar el embargo de las acciones del Real Avilés SAD "en las que figure como titular José María Tejero". Aunque según el club no existen acciones a nombre del empresario. La posible venta de la entidad ha devuelto al presente este antiguo proceso judicial, que se abrió hace unos cuatro años, por un conflicto entre empresas que nada tiene que ver con el Avilés y por el que se solicitó en su día un embargo económico que no se llegó a ejecutar por distintas razones.

Ante el anuncio de las negociaciones para que el club cambie de manos, los demandantes solicitaron una medida de urgencia en el juzgado para que se lleve a cabo el embargo de las acciones de Tejero y les ha sido atendida mediante la resolución, aunque todo indica que no tendrá consecuencias.

Al saltar a la palestra la posibilidad de vender las acciones del Real Avilés, la jueza ha decretado que el administrador legal de Real Avilés SAD "tome conciencia del embargo -de las acciones de Tejero- y deje constancia del mismo en el Libro-Registro de acciones nominativas de la sociedad". Sin embargo, este embargo se quedará, a priori, en agua de borrajas. Y es que, las acciones del Avilés están a nombre de la empresa madrileña Terrenos e Inmuebles S.L., de la que el empresario avilesino únicamente es administrador legal, no dueño, y, por tanto, no tiene relación directa con ninguna acción del club blanquiazul.

La venta del club

Este hecho ha ocurrido en medio de las negociaciones para que los actuales gestores del Avilés, con Álvaro López a la cabeza, se hagan con las acciones del club y convertirse en dueños del Real Avilés. Julio Scheilch, en nombre de la actual propiedad de las acciones, y Dennis Colmenares, en nombre de Real Avilés Gestión Deportiva -la empresa a través de la que Álvaro López gestiona el club-, retomaron ayer las reuniones para llevar a cabo el traspaso. Sin embargo, la jornada no fue fructífera y la situación continúa igual que al final del anterior encuentro: en un acuerdo verbal que todavía está a la espera de plasmarse en el papel.

Scheilch confiaba ayer en ver el contrato redactado por los abogados de los gestores, pero, al parecer, un error en la redacción del documento hizo que volviera a los letrados para su reedición y las conversaciones quedaron aplazadas para hoy. "Todavía no tenemos en nuestro poder el contrato, por lo que no se ha podido avanzar", señalaba ayer el representante del dueño del Avilés.

Aún con el papel en la mano, queda todavía mucha tela que cortar. Por el momento hay un acuerdo verbal por dos millones de euros a pagar en tres años, a los que hay que sumar las deudas que tiene el club, más otro millón si el equipo llega a la liga profesional. Si el acuerdo se convierte de verbal a escrito, todavía queda otro paso importante para que la compraventa se ejecute, el de las garantías de pago. Parte del acuerdo pasaría por la presentación de un aval por parte de los compradores. Tres años puede ser un plazo relativamente largo, y el actual propietario quiere una garantía de que los gestores realizarán el pago total antes de firmar ningún documento.

Está previsto que ambas partes vuelvan a reunirse hoy con el documento ya finalizado. El contrato debe aclarar aspectos referentes a cómo será el pago inicial o el aval, cuestiones que todavía no se cerraron en la negociación por la que se llegó a un acuerdo verbal.