La negociación por el Real Avilés "ha llegado a un punto muerto" del que va a ser imposible salir, según reconoció ayer Álvaro López, gestor del club que aspiraba a hacerse con la acciones del club. José María Tejero, presidente del club, explicó ayer que cierra la puerta a la venta y que las conversaciones han derivado en otro punto: "Ahora se negocia si seguirán en la gestión del club y tendrá que ser bajo unas condiciones".

Se refiere entre otras cosas al pago de la deuda a los jugadores de hace dos temporadas que mantiene al Avilés en una situación de bloqueo federativo: "Yo quiero que se marchen o que cumplan el contrato -el que se firmó en diciembre cuando López asumió la gestión del club-. El contrato dice claramente de qué tienen que hacerse cargo y no lo han cumplido". Álvaro López todavía quiere hacerse con el club, pero lamenta como han ocurrido las cosas: "Esto de la venta ha sido una estratagema para que pagara sus deudas y luego no vender el club y ya pague demasiadas deudas e incluso muchas deudas no claras".

La negociaciones por la compra de las acciones del Real Avilés, a las que aspiraban los gestores se han ido torciendo cada vez más y ya las posturas no parecen reconciliables. Mientras la actual propiedad exigía las garantías suficientes de que se efectuarían los pagos y el dinero del inicial, los compradores pedían una firma de un acuerdo inicial antes de realizar ese movimiento.

Y es que Tejero afirma que se le había dado un plazo, que ya ha expirado, a los gestores para garantizar el pago y López alega que la legislación contra el blanqueo de capital impide enviar desde México una transferencia de tal magnitud sin la justificación pertinente. "Para transferir una cantidad así desde otro país es necesario justificar la procedencia, que no habría problema, y sobre todo, explicar a qué va destinada y para eso necesitamos alguna garantía de la venta", sostiene López, que añade que en el acuerdo verbal por la compra, se habló de agosto como límite.

Sea como fuere, el futuro del Real Avilés regresa, por el momento a los tribunales: Tejero afirma que la demanda para rescindir el contrato de gestión, que tramita el Juzgado de instrucción número 3 de Avilés, no se retirará hasta que los gestores paguen los 32.000 euros que deben a los jugadores y cumplan con el resto de obligaciones que tiene el acuerdo. "Solo hay dos opciones, o cumplen o el juez decidirá su marcha", sostiene el presidente del club.

Y no es el único frente abierto. El club también ha recurrido al Tribunal Administrativo del Deporte para solicitar una cautelar que permita al club fichar, y lo que es más importante: que el equipo no descienda si los gestores no pagan la deuda mientras no se aclare el futuro del Avilés, algo que han dicho varias veces.