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Líder de capturas anuales

Continuando con la tendencia de las últimas temporadas, el río Eo volvió a sufrir un notable descenso en su número de salmones capturados. Tan solo 36 ejemplares fueron echados a tierra en el río de la divisoria con Galicia, frente a los 68 de 2016 o los 88 de 2015. De hecho, es su peor registro desde 2010. Pobre bagaje para un cauce cuyas posibilidades están muy por encima de dichas cifras. Sigue siendo uno de los ríos que menos atención recibe por parte de la Administración, y requiere de algún tipo de actuación para que sus poblaciones de salmón vuelvan a lugar que realmente las corresponde.

El caudal, al igual que en el resto de ríos de la región, estuvo bajo durante toda la temporada, aunque gran parte de la misma mantuvo unas buenas condiciones para pescar. Los ríos del occidente fueron los que menos se beneficiaron de las pocas precipitaciones que se produjeron, pero buena parte de la campaña tuvo agua suficiente tanto para que remontasen ejemplares como para poder pescar en condiciones. La triste realidad es que apenas tuvo salmones, el Eo es un río donde, si hay peces frescos, se da con ellos y pican con relativa facilidad.

Como es habitual la mayoría de las capturas se produjeron entre abril y mayo y, salvo un ejemplar capturado en Xesteira, tuvieron como escenario zonas acotadas.

El mayor salmón se pescó el 15 de julio en el Lote 1 de Puente Nuevo, dando un peso de 8,500 kilos y fue capturado a cucharilla. El coto más prolífico fue Louredal, donde se consiguieron un total de 11 salmones.

-¿Haga una valoración de la temporada?

-Pésima, principalmente debido a la falta de agua. Además, cuando llegaron las escasas lluvias, el repunte de caudal solo duró unos días. Veremos si en lo que queda de verano y en otoño entran más ejemplares, está claro que los salmones cada vez vienen más tarde.

-¿Quedan suficientes ejemplares para el desove?

-Hay menos salmones que otros años, esa es la realidad. Ahora mismo no son suficientes, sería necesario que entraran más si queremos tener un desove mínimamente efectivo. Este año no han llegado ni los pequeños añales que otras temporadas se veían por estas fechas.

-¿Debería suponer esta temporada un punto de inflexión?

-Sí, hay que tomar medidas. Tiene que hacerlo la Administración. Hay que cambiar los sistemas, quizá copiar lo que hacen países como Finlandia o Noruega, donde han recuperado muchos ríos a base de grandes repoblaciones. En el Esva es necesario repoblar más y recuperar el ciclo cerrado que teníamos hace años.

-¿Hay que cambiar algo de cara al futuro?

-Algo hay que hacer, pero el pescador no es el culpable de esta situación, ya tenemos bastantes restricciones como para que nos impongan más. Estamos dispuestos incluso a vedar el río si fuera realmente necesario, si con ello se recuperase el salmón, pero creo que esta no es la solución.

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