El juez árbitro del Descenso del Sella, Carlos Piélagos, rebate la versión ofrecida por Óscar Santos: "Es imposible ganar ese tiempo porteando en la ería de Cuevas. Al revés, tal como está el terreno tardaría más corriendo que remando por el río. Además, como pudo comprobar el juez que realizó el control de las piraguas en la salida, la canoa con la que llegó a Ribadesella no es la misma que tenía en Arriondas". La imagen de la canoa de Santos en Llovio, con la pegatina medio despegada, también da que pensar a Piélagos: "Se puso especial cuidado en pegar el dorsal en la parte de arriba, no en la bañera, como la lleva él".