El último Descenso Internacional del Sella continúa sumida en nuevas y cada vez más sorprendentes polémicas. Ahora, gracias a unos vídeos que circulan por una red social, el Comité Organizador del Descenso Internacional del Sella (CODIS), que preside el parragués Juan Manuel Feliz, acaba de abrir una investigación para esclarecer lo que cataloga como "un sabotaje" y, al mismo tiempo, estudiar "las medidas a tomar".

Esta controvertida situación apunta a la apertura anticipada de la hilada de la cuarta cepera de salida, en el que tenían asentadas sus palas unas veinte tripulaciones K-2 y cinco de los cabezas de serie K-1, entre ellos los tres kayakistas que subieron al podio en Ribadesella. Los indicios del CODIS se dirigen, supuestamente, a dos personas muy conocidas en el mundillo de la piragua que estaban agachadas en la zona de seguridad -lugar en teoría prohibido-, entre los cepos y el público. En las mismas redes sociales por las que circula el vídeo, grabado por un particular, incluso se vierten juicios de valor para inculpar a esas dos personas, acusándoles de forzar el cepo de salida. Una acusación muy grave y que podría conllevar consecuencias, de no poder ser probados los hechos que se les atribuyen. También circula otra versión, según la cual el encargado de la zona de cepos cuestionada incide en que hubo anomalías ajenas a él. Sea como fuere, a la espera de la decisión final que adopte el CODIS, parece que el asunto no afectará a la clasificación en la modalidad de K-1. Las acciones que se ejerzan, llegado el caso, no irán contra los palistas, por los que no habrá modificación algunos en esos puestos del podio.