La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Fondo Norte

De Burgos: de Murcia al piscinazo de Cris

El árbitro de Barcelona, escaso de temple y servidor de los edecanes de Villar, tenía que estar retirado

La rampa de lanzamiento de la temporada está colocada para todos, empezando por un Sporting que, por fin, cierra operaciones necesarias, aunque le queden alguna que otra si nos atenemos a las peticiones iniciales del entrenador Paco Herrera, quien, al revés que en tiempos recientes, trabaja codo con codo con el castellano leal, el autor de su fichaje. Alcorcón, distinguido público, está a la vuelta de la esquina de esta misma semana.

Hoy es martes, aunque esto siga sin ser Bélgica, día festivo, después de que el juez único de Competición se reuniera consigo mismo consigo para dictaminar sobre el primer barullo del ejercicio, la expulsión de Cristiano Ronaldo. Del penalti inventado y de los bochornosos tintes caseros del colegiado nada se fallará. Los edecanes de Ángel María Villar siguen en sus puestos y mantienen una doctrina que dice aquello de que el árbitro que no expulse a uno de los del Real Madrid cuando juegue contra el Barcelona tendrá que hacer las maletas. Le pasó a Paradas Romero, que no expulsó a Mourinho y que pasó al paro en un suspiro.

El árbitro del domingo en Barcelona fue, como los buenos aficionados recordarán, el que no vio el espectacular despeje con la mano en la línea de gol de Truyols, defensa del Murcia en un partido contra el Sporting en aquella temporada en la que la segadora arbitral hizo mucho daño a los intereses rojiblancos. Por aquel error le debieron caer quince años de nevera, pero ahí lo tienen, pitando en el Camp Nou. En el cómico penalti de Luis Suárez se vio con claridad que iba a señalar el piscinazo, pero se arrugó y cambió la dirección de su carrera para señalar penalti. Luego llegó la acción infantil de Cristiano Ronaldo de quitarse la camiseta en una mala copia del Messi del Bernabéu. Y luego, el esperpento. Un árbitro con temple deja pasar la caída de Cristiano Ronaldo y no se mete en más líos. Pero De Burgos se ha ido para su pueblo, donde dirá aquello de que para chulo yo. Ahora un amplio sector busca el sacrificio del portugués con doce partidos de sanción. Casi nada. El caso es no hablar de la pasada de un Madrid casi invencible, de los golazos de Cristiano Ronaldo y Asensio, y de la lección táctica de un tal Zinedine Zidane.

Ya tiene Manfredo Álvarez tema para su primer coloquio televisivo. El gran pistolero de la radio gijonesa anuncia su regreso con un vídeo cargado de humor y de capacidad para reírse de uno mismo como sólo lo saben hacer los genios. Manfredo deja de ser el prejubilado que da de comer a las pitas, que anima a los niños en la playa o que revisa obras públicas. "Toco y me voy" puede ser el lema de la vuelta a la actividad de un profesional que no puede estar quieto. Bienvenido.

Compartir el artículo

stats