Después de sentarse en banquillos de Segunda B y Tercera, incluso de dirigir a Racing de Santander en Primera en doce partidos, Juanjo González (Gijón, 9-10-73) ha encontrado su sitio en el cuadro técnico de la Federación Española. Juanjo, exguardameta del Sporting, lleva tres años en el organigrama de las selecciones inferiores con éxitos evidente, pero nada comparable con este verano: el domingo se colgó en Belfast su segunda medalla de oro en dos meses, con la sub-19 femenina, que se une al título europeo sub-17 y a la medalla de plata con la sub-21.

"A veces ejerzo de analista, otras de segundo y, como en este Europeo, de entrenador de porteros". Así explica Juanjo su trabajo en la federación en plena resaca por el triunfo de España sobre Francia el domingo. "Es una labor preciosa", añade el gijonés. "Trabajamos con generaciones magníficas de futbolistas y optamos siempre a lo mejor". Y, en contra de lo que se pueda pensar, sin respiro: "El lunes me voy con la sub-21 a Estonia".

Juanjo no se decanta por ninguna de sus funciones: "Tengo experiencia en el banquillo y en los despachos, lo que permite compaginar los dos". Cuando no hay competición también hay bastante tarea: "En Las Rozas hay concentraciones para entrenamientos y también tenemos que atender a las territoriales, que es donde empieza todo".

Según Juanjo, los métodos de formación de los futuros entrenadores son clave en la época dorada del fútbol español. Y asegura que la crisis federativa no ha afectado a la parcela deportiva, como pudo comprobar en este Europeo. "Hemos notado la cercanía de los directivos".