María López en el Europeo de hockey, Berta García en el Mundial de rugby; Alejandro Vigil en el Campeonato de Europa de voleibol; Hernanz, Cabañín, Ouzande y Fernández Marqués, en el mundial de piragüismo; Álvarez Moya y Gerardo Menéndez, con el equipo español en el Campeonato de Europa de hípica... Es raro ver una gran competición deportiva sin un asturiano por el medio. A veces indica un buen trabajo con la base, como resulta evidente en el piragüismo, pero a menudo son deportistas que surgen por generación espontánea, sin una planificación o unas ayudas institucionales que lo justifiquen. Y eso, 25 años después de aquella explosión de Barcelona-92, no habla muy bien de los dirigentes.