El Avilés realizó ayer un suave entrenamiento porque hay muchos jugadores tocados, y con la vista puesta en la llegada de refuerzos puesto que mañana jueves se cierra el mercado de Segunda B y el club aspira a incorporar futbolistas que se queden fuera. La delantera es una de las líneas a reforzar, sobre todo tras la lesión de Adrián, que sigue con la rodilla inflamada y hasta que no baje la inflamación no puede hacer las pruebas para saber su alcance. El central francés Thomas, que está a prueba, tiene opciones de quedarse porque gusta a los técnicos y el club está pendiente de los transfer de Adama Touré y Domínguez, que tienen difícil debutar el domingo ante L´Entregu.