El Avilés aguantó hasta que se lo permitió su corta preparación física y la falta de rodaje. Los jóvenes jugadores blanquiazules despacharon un buen primer tiempo, marcado por el discutible penalti que adelantó a los riojanos y dio tranquilidad a un equipo que demotró ser de superior categoría. En la segunda parte, jugada bajo una intensa lluvia, los locales impusieron su fuerza y fueron poniendo tierra de por medio en el marcador ante un Avilés muy comprometido que se negó a tirar la toalla.

La UD Logroñés ha sumado seis puntos en dos partidos que han ilusionado a la ciudad como hacía tiempo que no sucedía. Por eso las perspectivas del Avilés, con cinco juveniles en la convocatoria, no eran las mejores. Desde el arranque se acusaron las diferencias y eso que el Logroñés no resultó ese equipo espectacular que está convenciendo en el comienzo liguero.

Tampoco le hizo falta para superar a un Avilés consciente de sus limitaciones, anárquico por momentos, y que en el ecuador de la primera mitad comprobó que la misión del triunfo era muy complicada, tras un penalti transformado por Rayco. Un gol que desmoralizó a un Avilés que se pudo encontrar, de seguido, con otro tanto en contra. Por suerte, Lucas Anacker despejó el tiro de Germán Sáenz y Marcos André, de chilena, abusó de potencia para lanzarla a la grada con la portería vacía.

Sin brillantez, la UDL dominaba ante un Avilés combativo que apelaba al orden en defensa y al desorden en ataque para incomodar a un rival tranquilo al que le costaba hilvanar jugadas de peligro. La segunda mitad ya fue harina de otro costal. Tuvo Rayco el 2-0 a los 50 segundos del segundo tiempo, pero el poste dio algo de vida a los de Iván Palacios. Poco más porque primero Borja Gómez hacía lucirse a Lucas y a continuación Ñoño sentenciaba la contienda.

Fue como si se hubiera abierto la veda porque la UDL comenzó a tener grandes oportunidades: un tiro a bocajarro de Marcos André, una formidable intervención de Lucas a tiro de Paredes, a un cabezazo de Espina, a una acción de Germán Sáenz... Hasta que Ramiro, a la salida de un córner, pudo superar al portero asturiano.