De decepción absoluta hay que calificar la imagen ofrecida por el Llanes en el infame partido matinal ante el Llanera. El que llegaba liderando la tabla tras una ilusionante victoria en el feudo del Covadonga fue un equipo sin alma, sin intensidad, sin corazón, sin coraje, sin personalidad y sin dignidad.

La primera parte que perpetró ante sus atónitos seguidores seguramente pasará a la historia como uno de los espectáculos más lamentables vistos en San José. El Llanera, corriendo y aprovechando los regalos con los que le iban obsequiando a balón parado los locales, se puso 0-2 como pudo haberse ido al intermedio con cuatro goles si Lastra no interviene.

Tras regalar los goles en sendos saques de esquina era imposible hacerlo peor. Así que parecía que podía llegar algún tanto llanisco. Pero el sueño acabó tras una nueva jugada de estrategia visitante que terminó en un claro penalti de Jorge que supuso el 0-3. A partir de ahí el Llanes controló el juego y Pascual estrelló en el poste un gran disparo lejano. Berto Toyos cabeceó un córner y todavía pudieron meterse los verdiblancos en el partido si Jorge Rodríguez no falla un penalti a los 87 minutos. No hubiera sido justo. El 1-3 final devuelve a la tierra a los aficionados y aleja al equipo de luchar por metas superiores si no se produce un radical cambio de actitud en jugadores y banquillo.