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Fondo Norte

El derbi asturiano de la normalidad

El partido llega muy temprano y no va a decidir nada, pero sin duda estará lleno de trampas

Los caprichos del calendario ponen sobre la mesa de la cuarta jornada, el sábado cuando los protagonistas de la Vuelta Ciclista a España estén ascendiendo el Angliru, la madre de todos los puertos, el derbi de Asturias entre el Sporting y el Oviedo. Un derbi que llega después de muchos años de espera, pero que llega muy temprano en la actual temporada. Un derbi, dirán los clásicos, no pone en juego más que los tres puntos, pero todos saben que el partido, pese a la temprana cita, esconde muchas trampas para ambos contendientes, sobre todo para el que salga peor parado, aunque la historia esté llena de duelos ganados por uno que pasó después semanas sin oler un punto.

El derbi asturiano del sábado en El Molinón ha de ser el de la normalidad. Una normalidad que la definió a la perfección el pasado fin de semana nada menos que David Villa: "La gran fiesta del fútbol asturiano, que espero que sea un gran día para el Sporting". Pura naturalidad, distinguido público, porque Villa, símbolo del mejor fútbol astur, va de lo general, el fútbol asturiano, a la concreto, la victoria del Sporting. Villa no esconde su sportinguismo, como no esconden su oviedismo figuras como Fernando Alonso, Cazorla, Mata y tantas otras. Cada uno con sus colores, con la sencillez de la que hacen gala las figuras del deporte asturiano.

Los dos equipos llegan al tempranero partido con la mochila cargada de goles y de moral. Cuatro goles marcó en Tarragona un Sporting líder y tres marcó en el Tartiere un Oviedo en alza al equipo nada menos que de López-Garai. Siete goles para abrir las taquillas del estadio gijonés con la fuerza que se merece el acontecimiento que tiene un indudable acento asturiano por más que muchos de los protagonistas procedan de otras regiones o de otros países. Temprano derbi, distinguido público, cargado de interés y pasión aunque sólo sea por los años transcurridos sin él. Un derbi temprano, pero simbólico, que no va a decidir nada porque quedará toda la Liga pendiente, pero que puede marcar los episodios, sanos por supuesto, de una rivalidad eterna.

Hoy es martes, aunque esto siga sin ser Bélgica, día elegido para que España juegue un nuevo partido pre-Mundial frente a la cenicienta del grupo. Mañana, partido copero del Sporting líder en el campo del Reus en lo que va a ser una prueba de enorme interés para ver cómo se desenvuelve la segunda unidad de Paco Herrera y del castellano leal, en el centro de los elogios y de la esperanza rojiblanca.

Por cierto, si pregunto, ¿molesto?: ¿se llevó algún susto Esuperio en el primer programa del reaparecido Manfredo Álvarez, anoche? Próxima parada, Capuchinos.

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