El Marino rebajó tensión con el triunfo ante el Lugones (0-2), el primero de la temporada, calificado como "muy importante" por Oli, el técnico, que pone el pero de que gol "tenía que haber llegado antes" aunque saca lecturas positivas. "El equipo no perdió la paciencia y tuvo su premio, además es un partido y una jornada que nos deja lecturas importantes para el futuro por la dificultad para ganar".

Y es que todos los equipos demuestran que tienen sus argumentos y cada jornada hay sorpresas. "Hay mucha igualdad, sobre todo al principio porque luego la fuerza física de los equipos que entrenan con calidad profesional se va imponiendo y es más difícil que haya sorpresas", señaló.

El gol que abrió el triunfo en Lugones fue "una liberación" para su autor, el punta Cárcaba, que Oli extiende a todo el equipo. "Lo estábamos intentando mucho y nos vino bien que fuera el delantero el que marcara porque peleó todo el partido y tuvo ocasiones. Siempre es importante tener al delantero con buena racha porque dependemos mucho de su estado de forma", explicó.

El conjunto luanquín no pudo marcar en Lugones hasta el minuto 86, y Oli se resigna. "Tenemos claro que nos va a pasar más veces porque el gol no llega cuando uno quiere. Es cierto que los partidos se encarrilan mejor cuando te pones pronto por delante, pero aquí nadie da facilidades y hay que trabajar mucho".

El equipo ya prepara el choque del domingo (17.00 horas) en Miramar con el Colunga, un equipo que aún no puntuó este año pero que suele hacer buenos partidos en Luanco, donde sólo cedió por una solitario gol (1-0) en sus dos visitas. "Es de los equipos que si pasan los minutos y no marcas se sienten más fuertes en espera de que lleguen las prisas. Nuestra idea pasa por tener el balón, generar ocasiones y tratar de ser eficaces en las áreas, pero si no logramos tendremos que trabajar tan duro como en Lugones".