La resolución judicial favorable al Real Avilés CF, que seguirá con la gestión frente a la pretensión de Real Avilés G D (la sociedad con la que Álvaro López dirigió el club desde diciembre), de volver a controlar la entidad sentó muy bien en el vestuario, según explica el capitán Pablo Coutado. "Nos enteramos cuando estábamos comiendo juntos y la recibimos con alegría porque había cierta incertidumbre de lo que podía pasar si el juez anulaba nuestras fichas, pero ahora nosotros a lo nuestro, que es seguir trabajando". Y añadió. "Esto ya pasó, ya está solucionado y nos centramos en prepararnos bien para sacar lo mejor de nosotros y competir al máximo cada domingo".

El capitán blanquiazul señala que el vestuario lamenta "lo que están pasando los compañeros de Real Avilés GD que se quedaron sin ficha" pero, añade, "es algo que a nosotros se nos escapa. Somos el Avilés y sólo pensamos en seguir entrenando porque podemos hacer nada por ellos".

La situación es muy diferente entre los jugadores de Real Avilés GD, que empezaron siendo 20 pero que poco a poco se fue reduciendo la cifra. Álvaro López y su equipo están ultimando su entrada en el Cacereño, el club más antiguo de Extremadura, y a todos los jugadores se les preguntó uno a uno su predisposición para fichar por el conjunto extremeño si finalmente se cierra la operación.

La mayoría aceptó y alguno ya se marchó, mientras que otros lo harán la próxima semana, pero cuatro se quieren quedar: Dudi, Matías, Carlos Castro y Luis Nuño. Y la incertidumbre se ciñe sobre ellos porque tienen contrato con Real Avilés GD para jugar en el Avilés, pero no lo pueden hacer. La primera incógnita es si seguirán entrenando porque lo hicieron hasta el miércoles (ayer descansaron) y todo indica que no lo harán más, pero lo más urgente es cobrar agosto y llegar a un acuerdo con Real Avilés GD para rescindir el contrato y fichar por otro equipo. Y si no hay acuerdo, ¿cobrarán lo estipulado en el contrato sin entrenar?

La salida no es sencilla porque hace un mes todos tenían ofertas de equipos interesantes que rechazaron en espera del Avilés y en los que ahora no tienen sitio. Los futbolistas confían en una pronta solución porque ya están cansados después de un verano de rumores, promesas y litigios.