Sporting y Oviedo firmaron las tablas en el derbi más esperado de los últimos 14 años. Carmona adelantó a los gijoneses y Toché logró el empate en los minutos finales, en un interesante partido con alternativas para los dos conjuntos.

Salió con ganas el Sporting. Prácticamente en el primer acercamiento, la presión de los de Paco Herrera forzó el primer saque de esquina. La jugada vino precedida de una mala salida de Juan Carlos. En la ejecución del córner, Álex Pérez remató demasiado forzado, saliendo el balón por encima del travesaño. Quería reaccionar el Oviedo, pero las siguientes jugadas de peligro también fueron para los locales que dispusieron de dos tiros de esquina que no hicieron diana.

La primera aproximación de los de Anquela llegó en una jugada por la banda derecha. Mossa asistió a Toché. Pero el delantero, muy forzado, no logró operar a su gusto después de la intervención de la zaga. Aún así parecía que se acomodaban los visitantes sobre el césped. Pocos segundos después, Rocha en la frontal no pudo rematar desde la frontal un buen acercamiento de sus compañeros.

Carmona adelanta al Sporting

Sin embargo, la escuadra de Paco Herrera no se amilanó. En una salida a la contra, el Oviedo tuvo que cortar con una falta a la altura de la frontal. El disparo de Carmona fue repelido por Juan Carlos, pero el rechace lo cazó Rubén García. El extremo rojiblanco, en un nuevo centro, encontró al lanzador del tiro libre. De cabeza, Carmona asestaba el primer golpe para delirio del Molinón. Y se convertía en el primer goleador tras David Villa en marcar en el derbi.

La ventaja espoleó al Sporting. Los locales volvieron a acercase con varias faltas. Rubén García, de nuevo, obligó a emplearse a fondo al arquero carbayón. El Oviedo, noqueado, buscaba oxígeno pero la zaga rojiblanca abortaba cualquier intento de recuperar metros. Estaban bien plantados los gijoneses sobre el mojado terreno de juego. Apenas perdían balones. Y aunque no terminaban de acosar la portería rival, la sensación de peligro se mantenía en el ambiente durante la primera mitad.

A la media hora, la situación se estabilizó. El Oviedo se hizo un torniquete en la hemorragia, evitando que los de Paco Herrera pudieran hurgar en la herida. El equilibrio de fuerzas era palpable, aunque los azules tenían que hacer frente a un nuevo problema. Su banda derecha, formada por Cotugno y Yeboah, estaba amonestada, a los que después se sumaría Verdés.

El Oviedo, competitivo

No obstante, la capacidad competitiva de los oviedistasnunca estuvo en entredicho. Y a pesar de las complicaciones, Toché casi logra el empate con un tiro cruzado que despejó Mariño estirando la manopla. En la segunda jugada, Berjón le pegó con el alma pero se encontró con el cuerpo de Federico Barba. En los últimos instantes de la primera parte, gozó el Oviedo de un lanzamiento lateral de falta. Verdés, en el remate, obstaculizó a Mariño. Los jugadores del Sporting pidieron la segunda amarilla, pero el central, con las manos arriba, defendía su inocencia. Con una pequeña tangana y con un Paco Herrera muy enfadado por esa última acción, se llegó al intermedio.

El descanso comenzó sin cambios en ninguno de los dos combinados. A los puntos, los dos equipos seguían empatados. Pero en el marcador, el gol de Carmona mantenía la ventaja. La primera acción de peligro llegó en las botas de Yeboah. El extremo se internó en el área y salió ileso de dos regates. En el centro no estuvo preciso y la retaguardia abortó el peligro. Posteriormente, Santos puso la réplica con un disparo desde el lateral que buscó la escuadra.

Anquela puso en movimiento al banquillo. La primera sustitución dio refresco a su tarjeteada banda derecha. Ñíguez relevó a Yeboah. Minutos después, casi logran la igualada los visitantes a la salida de un córner. Mossa remató de cabeza y parecía que la pelota se iba para adentro, hasta que Mariño voló para impedirlo. Rondaba el gol el Oviedo, cuando el técnico jienense puso más carne el asador. Christian Fernández, también con amarilla, se fue al banco en favor de Linares.

El Sporting buscó reaccionar con una salva de disparos lejanos e imprecisos. Los visitantes trataban de equilibrar el luminoso con cada vez menos tapujos. Por eso Paco Herrera buscó contención y rápidamente quitó a Rubén García para ingresar a Álex Bergantiños. El siguiente movimiento del catalán fue un cambio de cromos: el serbio Scepovic por Carlos Castro para refrescar la punta de lanza. Casi se le estropea el plan cuando Mariño se dolió en un golpe con Linares y su concurso en el campo estuvo en duda. De hecho, Whalley tuvo que salir a calentar en la banda.

Toché iguala el derbi

Solucionados los problemas del portero, se llegaron a los minutos finales. Y con ellos, al empate del Oviedo. Antes, Anquela se jugó el todo por el todo y metió a Owusu. El hombre gol de los carbayones fue el elegido. Toché, tras un rechace de Mariño, chutó de primeras para silenciar a El Molinón y de paso acabar con la imbatibilidad de la portería del Sporting.

Los últimos minutos fueron de máxima tensión. Con cuatro de añadido, ninguno de los dos quiso dar por bueno el empate. El Sporting se lanzó con todo a por la victoria. Y el esfuerzo del Oviedo por lograr el mismo objetivo también fue enorme. De hecho fueron ellos los que atacaron en los últimos segundos. Sin embargo, las tablas fueron el resultado final en un interesante encuentro, donde hubo una mitad para cada conjunto. El Sporting dominó y marcó en la segunda mitad, pero se fue atrás. Una situación que aprovecharon los visitantes para rescatar un punto en el derbi más esperado de los últimos 14 años.