Para la selección española de baloncesto se acabaron las pachangas contra equipos intrascendentes en el grupo más flojo que se recuerda en la historia reciente del Eurobasket, con la honrosa excepción de Croacia. El equipo de Sergio Scariolo inicia hoy la defensa del título logrado en 2015 y lo hace con un duro rival en la ronda eliminatoria de octavos de final, la anfitriona Turquía (17.45 horas).

El favoritismo está del lado de España, a pesar de las sonadas ausencias antes del campeonato de Mirotic y Llull y la sobrevenida de Abrines. Porque Turquía aparece sin sus dos referentes principales (Ilyasova y Dixon) y con los jóvenes Osman y Korkmaz aún en proceso de crecimiento. España tiene más calidad y más experiencia, y deberá hacerlas valer ante los miles de enfervorizados seguidores turcos que suelen aupar a los suyos hasta cotas en principio inalcanzables.

El propio seleccionador español, Sergio Scariolo, es consciente de esa dificultad del ambiente: "Hay que tener la cabeza fría, saber que se van a producir momentos de exaltación del rival. En esos momentos deberemos mantener muy firmemente las manos sobre el volante y seguir. Son cosas que van a ocurrir, pero que no se encadenen. Prevemos un partido muy reñido y que haya dos o tres detalles que puedan decantar la balanza".

Pese a ese apoyo, Turquía ya ha perdido en este campeonato ante Rusia, Serbia y Letonia, y solamente fue capaz de derrotar a los dos rivales más flojos de su grupo, Gran Bretaña y Bélgica.