Breves reflexiones en torno al desbordado entusiasmo oviedista a resultas del empate en el derbi asturiano (formuladas desde un declarado sportinguismo pero también desde un firme y sincero propósito de eludir, en la medida de lo posible, todo ejercicio de parcialidad manifiesta).

1. Para una mejor comprensión del fenómeno, no estará de más recordar que el referido empate tuvo lugar en un campo más que centenario, lleno a rebosar, frente a un equipo más que centenario que casi duplica al rival en número de abonados. Y es que lo que para los sportinguistas es rutina, para otros debe ser una experiencia inolvidable.

2. La jornada nos brindó un inestimable término de comparación con empate del Levante en el Bernabeu. También los levantinistas eran presa de un desbordado entusiasmo.

Espero que estas humildes reflexiones, formuladas en términos de estricta defensa y sin ánimo de molestar, hayan contribuido, en la medida de lo posible, a aclarar estos fenómenos que, en ciertos ámbitos, no dudan ya en calificarse como propios de Cuarto Milenio.