Alberto Carbonell, defensa alicantino de San Vicent del Raspeig de 24 años, ha empezado a entrar en las convocatorias del Lealtad tras una pretemporada difícil por una lesión muscular. Poco a poco espera entrar en los planes de Roberto Aguirre, entrenador del equipo maliayo.
- Le ha tocado tener paciencia
-Llegué con muchas ganas e ilusión y por culpa de esa lesión tuve que estar al margen. Es difícil estar solo para recuperarte y, encima, sin poder tocar balón. Lo bueno es que gracias a los fisios y al preparador físico ya estoy de nuevo con mis compañeros haciendo lo que más me gusta.
- Ha estado en clubes como el Eldense y el Getafe B, o el Hércules en Segunda División. ¿Muy diferentes a este Lealtad?
-Cada club es un mundo, pero sí es verdad que los filiales son muy diferentes al resto, ya que el objetivo es nutrir de jugadores al primer equipo. Pero a un club lo hacen grande las personas, desde el utillero hasta los aficionados que no se pierden ni un entrenamiento. Sobre eso no puedo tener queja del Lealtad, ya que desde el primer día han sido muy cercanos y cariñosos conmigo.
- ¿Cree que el Lealtad conseguirá la permanencia?
-Tuve la oportunidad de jugar en este grupo dos años con el Getafe B. Es bastante difícil, ya que siempre es complicado visitar a los equipos vascos. Pero lo mismo dirá cualquiera que venga a Les Caleyes. Creo que conseguiremos el objetivo, ya que hay un grupo humano muy bueno en el vestuario y eso da muchos puntos.
- ¿Cómo se definiría como jugador?
-No me gusta hablar sobre mí, pero soy un jugador de trabajo y de los que nunca da un balón por perdido. Un entrenador que tuve en los juveniles del Hércules siempre me decía que metía la cabeza hasta en un ventilador. De ahí han venido las tres operaciones de nariz que me han hecho.
- Dicen que usted es muy extrovertido. ¿Qué tal la adaptación a sus nuevos compañeros?
-Es verdad que soy una persona a la que le gusta estar siempre de broma y conocer todo lo nuevo que me puede ofrecer esta aventura. La adaptación es muy buena, ya que desde el primer día he conectado muy bien con ellos. Aparte de buenos futbolistas son muy buena gente y eso ayuda mucho.
- Un cambio notable entre Alicante y Villaviciosa. ¿Le ha gustado la Villa?
-La verdad que sí es un gran cambio. Para mí es como si estuviera en otro país, si lo comparamos con Alicante. La Villa es muy acogedora y tranquila. Es muy diferente a lo que estoy acostumbrado, pero la verdad es que es perfecta para la vida que tenemos los futbolistas.
