La vigésima tercera edición de la clásica cicloturista Los Puertos Esmeralda cumplió con todas las expectativas. Participaron en la prueba más de 450 ciclistas, que se dieron cita a las nueve de la mañana junto al Ayuntamiento de Nava para la salida.

Antes de ponerse en marcha, la organización hizo mención al ciclista Yeray Martínez, del MMR Academy, proclamado el pasado mes de junio campeón de Asturias junior de ciclismo. El corredor formó parte en su día del Club Ciclista Nava 2000, organizador de la prueba.

Posteriormente, sonó el himno de Asturias a la gaita y el alcalde de Nava, Juan Cañal, cortó la cinta inaugural. Los corredores salieron dispuestos a recorrer una prueba que encontraron muy atractiva aunque, para algunos, bastante exigente.

Porque se trataba de un recorrido de 117 kilómetros por los municipios de Nava, Villaviciosa y Colunga, con varias cotas importantes: los altos de Buenos Aires, La Llama y la Collada de Naveda, y la subida al Carabañu, que se sumaba este año añadiendo dificultad a la prueba. El total de desnivel estaba entre los 1.800 metros.

Los corredores, eso sí, tuvieron muchas suerte con el tiempo, lejos de la lluvia y el inusual frío de los días anteriores, y sin un sol castigador. El resultado, que casi todos los corredores llegaron a la meta, los primeros a las dos menos diez de la tarde, y los últimos, hacia las tres y diez de la tarde.

La organización repartió numerosos premios entre los participantes. Entre ellos, el premio al más veterano, que se llevó Rubén Nicieza, que corrió con 86 años.

También hubo premio para los corredores llegados desde más lejos, en este cso, Michael Brown y Mark Splinder, ambos del Reino Unido.

Asimismo, se reconoció a los clubes que trajeron un mayor número de corredores, Club Ciclista León y el Club Ciclista Trescantos, con diez deportistas cada uno, y también a las 18 mujeres que estuvieron en el pelotón.

Todos ellos compartieron con el resto del pelotón y sus acompañantes, una vez concluida la entrega de trofeos y un sorteo, una comida regada con sidra que concluyó con el himno regional.