Cuando hace tres años Fernando Alonso decidió dejar Maranello para emprender un viaje de regreso a Woking lo hizo seguramente confiando en que la unión que en 2015 ponían de nuevo en marcha McLaren como constructor y Honda como motorista fuera tan fructífera como lo fue en el pasado, y que ello le permitiera volver a lo más alto de la tabla tras cinco años de notables éxitos parciales con Ferrari (11 victorias y casi la mitad de las carreras, 44 de 96, finalizando en el podio) pero al rebufo primero de los éxitos de Red Bull y posteriormente de Mercedes. La historia, desde luego, avalaba la decisión tomada por el piloto asturiano: McLaren había vivido su etapa dorada en la Fórmula 1 impulsada por los motores Honda. La firma británica ganó de 1988 a 1991 cuatro títulos consecutivos de constructores y sus pilotos se repartieron también los títulos individuales: tres coronas para el brasileño Ayrton Senna (1988, 90 y 91) y una para el francés Alain Prost (1989).
Tres años después la realidad, dura, se impone a lo que ahora parecieron las cuentas de la lechera. Los problemas entre McLaren y Honda surgieron desde el primer momento, comenzando por aquel accidente de Fernando Alonso en Montmeló en la pretemporada de 2015 poco por no decir en nada aclarado, y la brecha se fue haciendo tan importante que la pasada semana, en la víspera del GP de Singapur, se confirmaba el final de una unión que tenía por contrato un año más de vigencia.
El resumen de estos tres años de McLaren-Honda es realmente desolador. En Singapur se cumplían cincuenta carreras y entre los tres pilotos que en esta etapa han pilotado para la firma de Woking han sumado un total de 120 puntos (75 de Alonso, 37 de Jenson Button y 8 de Stoffel Vandoorne). Un balance paupérrimo. Sólo contando esta temporada ya hay cinco pilotos con más puntos en la tabla que los logrados por McLaren-Honda en tres años: Hamilton (263) y Bottas (212) con los Mercedes, Vettel (235) y Raikkonen (138) con los Ferrari, y Ricciardo (162) con el Red Bull propulsado por Renault.
Y Renault será a partir de la próxima campaña y hasta 2020 la encargada de suministrar sus motores a McLaren; una unión inédita en los 51 años de historia de la firma inglesa en la Fórmula 1. Un acuerdo el de McLaren y Renault que probablemente sea el mejor de los posibles tras el fiasco de Honda y la imposibilidad de contar con unidades Mercedes o Ferrari de primer orden.
Y desvelado el futuro de McLaren queda por conocer el camino que emprenderá Fernando Alonso, si bien hoy por hoy parece un secreto a voces su continuidad con la firma de Woking ahora con ese propulsor galo en sus entrañas que le llevó a ganar los títulos mundiales en 2005 y 2006. El motor Renault ofrece fiabilidad y suficiente potencia como para luchar por volver a estar en lo más alto (Ricciardo ha ganado esta temporada en Azerbaiyán y ha estado en el podio en los grandes premios de España, Mónaco, Canadá, Austria, Bélgica y Singapur) y ese y no otro sigue siendo el objetivo del piloto ovetense? antes de más tarde o más temprano dar el salto a otros escenarios como serían la Indy o el Mundial de resistencia. En todo caso, y a falta aún de seis carreras para que se complete el calendario del presente año (Malasia, Japón, Estados Unidos, México, Brasil y Abu Dhabi) McLaren, Renault y Fernando Alonso inician una ronda de negociaciones a tres bandas que a buen seguro no ha de tardar en llegar a un acuerdo. Un acuerdo que no deja de ser el mejor? de los posibles y el único que le abre las puertas para regresar a un podio que el asturiano lleva más de tres años sin pisar.
