Si nadie lo remedia, el baloncesto de selecciones se encamina hacia el desastre total. El nuevo modelo impuesto por la FIBA, con "ventanas" para los partidos de la fase de clasificación del Mundial 2019, coinciden con jornadas de la Euroliga, lo que significa que los mejores jugadores tendrán que elegir. De la NBA, por supuesto, ni hablamos. El conflicto está asegurado porque, por ejemplo, la Federación Española ya ha anunciado que llamará a los que considere los mejores. Si los jugadores se niegan a acudir a la convocatoria, o sus clubes no aceptan prescindir de ellos, la Ley del Deporte contempla sanciones. "Las vamos a pasar canutas", pronosticó Sergio Scariolo poco después de lograr la medalla de bronce en el Europeo. Sin los Gasol, los Hernangómez, Ricky o Abrines y, posiblemente, Sergio Rodríguez, San Emeterio, Vives, Oriola y Sastre, la selección española tendrá que afrontar las eliminatorias con su equipo B o incluso el C. Algunos de sus rivales estarán en las mismas, pero otros como Montenegro, al que acaba de aplastar en el Europeo, pueden convertirse en un problema. Por si fuera poco, con estos condicionantes los partidos no tendrán ningún atractivo para los aficionados. Así que los dirigentes ya están tardando en rectificar.
