Si a aficionados, entrenadores, jugadores y directivos del Unión Financiera se les preguntara por un comienzo ideal para esta temporada muy probablemente no se atreverían a pedir uno tan brillante como el que ha protagonizado el equipo ovetense en estas dos primeras jornadas de liga. Debutar con una apretada victoria (80-84) fuera de casa ante el Clavijo y dar una exhibición como la que ayer ofreció el equipo de Carles Marco en su primer partido de la campaña en el polideportivo de Pumarín supone un enorme chute de confianza para una renovada plantilla. La victoria de ayer les coloca además líderes.

El Unión Financiera pasó por encima de un Iraurgi que sólo planteó batalla en el segundo cuarto, cuando los locales se fueron del partido justo después de haber establecido una ventaja de 17 puntos (38-21 a falta de 8.01 para el descanso). A partir de ahí llegaron los peores momentos del conjunto ovetense, fallón en ataque y descoordinado en defensa. El mal rato hizo que el conjunto vasco se fuera a los vestuarios con ventaja (41-43). El público se quedó con la sensación de que el equipo había desperdiciado una gran ocasión de sentenciar el choque y muchos vaticinaron un sufrimiento innecesario.

Pero nada de eso sucedió. El Unión Financiera salió de los vestuarios dispuesto a plasmar su superioridad lo antes posible. Y así lo hicieron. Con un juego sencillo, buscando debajo del aro a un imperial Óliver Arteaga, dando el balón en buenas posiciones a los tiradores y aprovechando la intensidad y el acierto de un Drew Maynard fabuloso, el Unión Financiera fue poco a poco construyendo una ventaja que ya nunca más el Iraurgi fue capaz de poner en cuestión.

Una victoria clara que ayudó a que la comunión entre grada y jugadores fuera total. Entre los más aplaudidos estuvo Fran Cárdenas. El andaluz volvía a la que siempre será su casa y para celebrarlo estuvieron en la grada sus amigos de La Palma del Condado (Huelva), viejos conocidos de la afición ovetense. Ellos fueron los responsables de las caretas con el rostro del base que inundaron el pabellón. Él, por su parte, estuvo correcto, aportando siete puntos y cuatro asistencias y manejando el ritmo del partido con comodidad. Encontró con facilidad a Arteaga y a Barro para brindarles canastas sencillas. Cárdenas y Santana, que estuvo a un gran nivel, puede que sean una de las parejas de bases más solventes y con más talento de esta categoría.

Otro que demostró que ha venido a Oviedo para marcar la diferencia es Romaric Belemene. Un alero con un físico privilegiado que ayer fue el más valorado (20) del Unión Financiera aportando al equipo 14 puntos, 5 rebotes y poniendo 2 tapones como dos soles que levantaron al público de sus asientos. Al equipo aún le falta un paso más para llegar a su mejor versión y eso es también una buena noticia. Han de aportar mucho más a este equipo jugadores como Karahodzic, ayer discreto, o Tadas Rinkunas, que apenas entró en juego en los minutos que disputó. Sí que dio un paso adelante Davis Gesk, un gran tirador que debe ir aportando cada vez más al cuadro ovetense.

El colofón a la gran victoria de los ovetenses llegó cuando se descubrió una bandera para conmemorar el título de campeones de la Copa Princesa que los ovetenses lograron la pasada temporada. La afición lo celebró. A estos jugadores les toca ahora trabajar duro para que ese éxito tenga continuidad. El miércoles, en la cancha del Coruña, tendrán un nuevo examen.