Roger Federer, el eterno rival del número uno del tenis mundial, acabó ayer con el idilio que Rafael Nadal estaba viviendo con China y puso fin a una racha de 16 victorias acumuladas, en un partido en el que los fantasmas de la rodilla del español volvieron a aparecer.

Y es que pese a los aciertos del suizo, Nadal no estuvo a su mejor nivel y quedó evidente en el 6-4 y 6-3 su desgaste físico por la acumulación de partidos y la existencia de un posible problema en su conflictiva rodilla derecha.

El número dos del mundo logró ganar su sexto título de la temporada y puso fin a la racha ganadora del español (US Open y Abierto de China en Pekín), que no perdía desde que recuperó el número uno del mundo tras hacerse con el título en Flushing Meadows. Nadal jugó con un estabilizador para proteger su rodilla y se vio visiblemente cansado.