Por sus manos han pasado las rodillas de muchas de las estrellas mundiales del fútbol y casi todas las del Barcelona. El prestigio del traumatólogo Ramón Cugat (La Aldea, Tarragona, 25-8-1950) condensa una agenda en la que siempre hay sitio para participar en los congresos realizados en por el doctor Antonio Maestro, como el clausurado ayer en Gijón. "Estos encuentros hacen progresar a la ciencia", afirma antes de tomar, durante la noche, un vuelo de vuelta a la Ciudad Condal con destino final en el quirófano. "Esta madrugada voy a operar a un futbolista del Maccabi de Tel Aviv", comenta con la normalidad de quien ama su trabajo.

- España es una primera potencia en el deporte ¿En qué nivel sitúa a la medicina deportiva española?

-Es una de las buenas. Tengo relación con médicos y clubes de fuera de España, y el nivel aquí es privilegiado, muy alto. Lo importante, sin embargo, es que esto tiene que venir acompañado de inversión en la investigación.

- Si el plasma enriquecido fue una revolución en los tratamientos de lesiones de rodilla hace unos años, ¿el futuro pasa ahora por el uso de células madre?

-El plasma rico en plaquetas va a seguir utilizándose y ahora, lentamente, está viniendo el uso de las células. Primero hay que saber cuáles son mejores. Las más conocidas son las de la sangre y grasa, pero faltan todavía muchos estudios porque son de tal complejidad bioquímica y física que nos va a costar entender cómo trabajan. En todo caso, el camino es muy factible que vaya por ahí.

- ¿Qué últimas conquistas se han conseguido en estos campos?

-En los últimos dos años estamos trabajando en una nueva aplicación para la regeneración del cartílago. Cuando se fractura el cartílago de la rodilla o el tobillo, estamos intentando imitar a la sabia naturaleza para que se puedan regenerar y parece que estamos en el camino. Es una técnica en la que estamos obteniendo un cartílago de alta calidad y que además es sumamente económica, lo que facilitará que mucha gente se aproveche de ella.

- La evolución en el tratamiento de lesiones resulta palpable al ver cómo los deportistas reducen cada vez más los plazos de recuperación.

-Aquí tenemos la manía de correr demasiado a veces (sonríe). La rotura de un ligamento cruzado en Estados Unidos lleva a que los deportistas de élite paren entre nueve y doce meses, y en España queremos que los futbolistas vuelvan a los seis meses. La cirugía de los ligamentos cruzados ha cambiado enormemente en los últimos diez o veinte años. Y la veremos cambiar más. Llegaremos a un momento que quizá con una pequeña medicación hagamos que se cure, sin necesidad de operar. Es cuestión de inversión en investigación y que haya una buena conexión con los clínicos.

- ¿Cómo valora el elevado índice de lesiones de rodilla en niños?

-Le hablaré de datos de la mutualidad de futbolistas en Cataluña, donde tenemos unos 162.000 jugadores asociados. Cada año se lesionan unos 27.000 niños. Estamos en un promedio de 950 ligamentos cruzados anteriores cada año. Llevo 52 años en la mutua, y antes los niños se lesionaban a los 17 años. En los últimos tres o cuatro años hemos encontrado casos de críos que a los siete años han sufrido rotura del ligamento cruzado anterior y posterior.

- ¿Por qué sucede esto?

-Les estamos exigiendo competir en plena fase de crecimiento cuando lo que tienen que hacer es jugar. Hay que concienciar a los entrenadores, preparadores físicos y a los padres. Los niños van a disfrutar, no a ganar o perder. No se puede reñir a un pequeño porque no llega a un balón.

- ¿Existen más factores?

-Es importante que calcen adecuadamente, que no se compren las botas que utilizan sus líderes, los cracks. No son las mejores para ellos. En Primera División se juega en campos bien cortados, bien regados, y lo suficientemente blandos, algo que no sucede en los campos de la equipos de niños. Si los cambios de línea en las botas de fútbol ya afectan a las lesiones de los profesionales, imagínese en los críos. Hay que comprar el calzado adecuado para cada superficie y tener en cuenta el modelo de tacos.

- ¿Cómo vive la situación en Cataluña?

-Con preocupación. Soy apolítico, sólo me preocupan los pacientes y las lesiones, pero esto no se puede vivir bien porque vamos por mal camino. No es agradable para nadie. Nuestros políticos, de todas las partes, tendrían que reflexionar. Creo que se va a solucionar. Creo que mucha gente piensa que existe una solución. Puede que no sea fácil, pero hay una frase que dice que hablando se entiende la gente. Pues eso.