Lo reconozco: me gusta Dani Ceballos. Un tipo al que descubrí en un partido del europeo sub-21 de Polonia, donde se dedicó a tirarles caños a los italianos que parecía aquello el conjunto de túneles del Huerna. Llámenme antiguo porque lo soy pero a mí que he visto como Italia nos ha pisoteado durante mucho tiempo futbolísticamente hablando, ver a un jugador como Ceballos quitarles las sotanas a los italianos me tuvo tentado de Llamar a Florentino Pérez para gritarle al teléfono, fíchalo. Creo que no necesité el teléfono porque mis gritos al televisor se oían en kilómetros a la redonda. Ceballos va para estrella aunque si no llega siempre nos quedará la colección de túneles y lo bien que hizo sentirse a mucha gente de mi quinta q toda humillación futbolística a los italianos siempre nos parecerá poca.
Me gusta Kovacic. Llegó en silencio y no con buen pie al venir avalado por Rafa Benítez, gran entrenador de equipo mediano pero que para un grande? Mateo Kovacic es fuerte, dinámico, centrocampista de equipo y con una capacidad para romper líneas conduciendo el balón que no es fácil de ver en esto tiempos. De hecho, el Madrid lo está echando de menos últimamente porque se lesionó en un mal momento (nunca hay buenos momentos para el dique seco) cuando estaba en forma y ganándose minutos a marchas forzadas. Lo bueno es que estará dispuesto para jugar a buen nivel a partir de Navidad que es cuando se decide todo.
Kovacic y Ceballos. Ceballos y Kovacic. Una pareja que junto a Casemiro e Isco proclaman un futuro esplendoroso al centro del campo del Real Madrid.
Basta de halagos y volvamos al suelo. El sábado miré de reojo el televisor mientras un jugador zurdo centraba desde fuera del campo para que otro rematara a puerta vacía ante la incredulidad de defensas y portero del equipo contrario. Cuando todos esperábamos ver a parecer al árbitro para anular el gol manifiestamente ilegal, resultó que no, que el gol valía. Me llamó la atención lo malos que son los árbitros (bueno eso no me llamó la atención porque es notorio) pero sobre todo que el FC Barcelona, me han dicho aunque no lo puedo confirmar, ha pintado ya la línea de fondo más atrás para explicarle a la gente que el centro se produjo dentro del campo y no fuera y que todos los que vimos que el balón había traspasado la línea mentimos y sólo intentamos dar un golpe de Estado al fútbol.
