Como todo lo que pasa en la Federación Española de Fútbol, el despido de María José Claramunt se ha producido de una forma tan inexplicable como su contratación. La gestión de la "jefa" de la selección española deja muchos puntos oscuros y su imputación en la "Operación Soule", la que amenaza con acabar con casi tres décadas de "villarato". También hay que reconocerle su habilidad para poner de su lado a los futbolistas y, especialmente, a los pesos pesados de La Roja. En cualquier caso chirría mucho que los mismos que contrataron y dieron vara alta a Claramunt sean los que ahora la ponen de patitas en la calle. Quizá tenga algo que ver su declaración ante el juez Pedraz, en la que responsabilizó a Villar de algunos asuntos escabrosos.
