No fue una decisión fácil para Enol. El defensa abandonó las filas del Tuilla y es nuevo jugador del Llanera. Enol deja atrás una etapa de dos temporadas y media donde se lleva "muy buenos amigos". Pero su andadura en el Tuilla está ligada inexorablemente a un calvario en forma de lesiones.

Desde que llegó al equipo arlequinado, en el verano de 2015, Enol ha sufrido dos roturas de ligamentos, una en cada rodilla. Ahora abandona el equipo dinamitero con la esperanza de "volver a sumar minutos y disfrutar de los partidos y los entrenamientos".

El defensa asegura que abandona el Tuilla "con mal sabor de boca, por no poder devolver todo el cariño que me dieron a lo largo de este tiempo" y admite que la relación con cuerpo técnico, jugadores, afición y directiva "es fantástica, pasan a ser más que compañeros, quedará amistad".

Su mala suerte con las lesiones comenzó en la primera semana de entrenamientos. Al poco de firmar con el equipo que por entonces dirigía Adolfo Pulgar, sufrió la primera lesión de gravedad. "Fue un mal giro durante un entrenamiento, pensé que no iba a ser nada grave y seguí entrenando, hasta que las pruebas confirmaron lo peor: tenía roto el ligamento en la rodilla derecha", destaca Enol. La temporada terminó en blanco para él.

La recuperación fue por los cauces previstos y en la pasada temporada Enol reapareció y jugó hasta el mes de octubre. En un encuentro en Tineo, a los cinco minutos, la misma sensación en la rodilla contraria. "No pensé que fuera a ser de nuevo la misma lesión", apunta.

Durante las primeras semanas, Enol reconoce que pasó "momentos duros", pero admite que "pese a ser un palo, toca mirar hacia adelante". Lo peor fue el apartado psicológico. "Le das vueltas a la cabeza y te preguntas por qué otra vez esa misma lesión, pero al final uno se centra en la recuperación y busca recuperarse plenamente".

El Tuilla sufrió una plaga de lesiones en el ligamento durante las dos últimas temporadas. Si en un primer momento fueron el propio Enol, Raúl y Ginés, en la pasada campaña, además de Enol, Dani Guardado y Diego Torres tuvieron que recuperarse de estas lesiones. En el tramo final, Ginés sufrió otras dolencias en la rodilla, las cuales le obligaron a abandonar la práctica del fútbol.

Enol espera "dejar atrás las lesiones de una vez por todas". Tras su etapa en el Tuilla busca recuperar la sonrisa. Lo hará en el Pepe Quimarán de Llanera. En el calendario, una fecha marcada en rojo. En apenas dos jornadas volverá a enfrentarse a sus excompañeros.