A sus 36 años, Ibai Rico ha conocido un buen número de parajes singulares, pero ninguno le ha dejado tanta huella como Tierra de Fuego. Así lo transmitió ayer a los asistentes a la primera jornada de la XIV Semana de Montañismo "Ciudad de Oviedo", que se prolongará hasta el viernes en el Auditorio "Príncipe Felipe".

"Incógnita Patagonia" es el nombre de la película que Ibai Rico trajo ayer hasta Oviedo sobre la expedición que realizó el año pasado junto a Eñaut Izagirre y el estadounidense Iván Miles. Una iniciativa que recibió el premio FEDME 2016 a la mejor actividad de alpinismo extraeuropeo. "El sur de Tierra de Fuego es una de las pocas zonas inexploradas", señala Rico sobre el aliciente de la expedición.

Como ejemplo de su carácter pionero, Ibai Rico cita el paso por el campo de hielo de Cloué, en la isla Hoste, que él y sus compañeros exploraron y atravesaron por primera vez. "Nos lo planteamos como las antiguas expediciones, de manera que lo pudiésemos cartografiar. Es un tratado de investigación, de cómo han ido evolucionando los glaciares".

Una forma de confirmar el cambio climático: "Es una de las zonas del planeta donde los glaciares están retrocediendo de manera más drástica en las últimas décadas. No hay que dramatizar, pero los glaciares son buenos indicadores de lo que está pasando. La Patagonia es una de las zonas más sensibles por el tipo de glaciares templados que tiene. Hemos constatado un retroceso de un veinte por ciento en las últimas cuatro décadas, sobre todo algunas zonas que se han deglaciado totalmente y se han convertido en fiordos, por donde se puede navegar".

Rico, Izagirre y Miles completaron la expedición escalando dos cumbres vírgenes: el monte Cloué de 1.356 metros, con dificultades de 75° de hielo, y que ellos denominaron Torre Saia, una estética cumbre de 1.323 metros con pendientes de 70° de hielo. Ibai Rico señaló que las condiciones de la expedición fueron "bastante duras", más que por la temperatura (unos diez grados bajo cero) por vientos de entre 120 y 150 kilómetros hora, "que a veces nos tiraban al suelo. Por eso se nos complicó la travesía por el campo de hielo. Estuvimos 18 horas metidos en una tormenta hasta que escapamos".